Familiares y amigxs de Verónica Dessio, la lesbiana que trabajaba en el Poder Judicial y que fue asesinada a puñaladas el 23 de diciembre en su casa de barrio Aeropuerto, se volvieron a concentrar frente a los Tribunales para exigir el pronto esclarecimiento del crimen
–Cuando estaba mamá Vero, me daba las monedas que tenía y yo las guardaba en una cajita–, dice I. y muestra orgulloso cómo, durante la noche, se le había caído un diente: –Con la plata del Ratón Pérez quiero comprarme golosinas. I tiene ocho años y es el hijo de Verónica Dessio y Carolina Pérez, el primer matrimonio entre dos lesbianas de la provincia de Buenos Aires.
Esta tarde, a las 14, a tres meses del asesinato de Verónica Dessio, la familia, amigxs y compañerxs de trabajo, van a realizar una acción en las escalinatas del Poder Judicial, exigiendo justicia por Verónica.
“Homicidio calificado por alevosía y por precio”, es la carátula con la que la fiscal Ana Medina, a cargo de la UFI1 de La Plata investiga la muerte de Verónica Dessio ocurrida el 23 de diciembre. Homicidio calificado por alevosía significa, en lenguaje coloquial, asesinar a alguien que, por algún motivo, no se puede defender. A Verónica la apuñalaron en el cuello, el pecho y en la espalda. Verónica era lesbiana. Tenía 49 años y era abogada, trabajaba en el Poder Judicial.
Cómo sigue la causa:
El jueves pasado la Cámara de Apelación y Garantías rechazó el recurso que Gastón Nicocia, el abogado de Ivana Mapis, ex pareja de Carolina y una de las personas imputadas en la causa, había presentado para pedir su excarcelación. Mapis es una de las dos personas procesadas en la causa por ser la posible instigadora del crimen. Mapis tiene prisión preventiva, al igual que Jorge Alvez, imputado por ser el autor material del hecho y ambxs están detenidxs: Alvez desde el 28 de diciembre y Mapis desde el 4 de enero de este año.
“A las pruebas que ya había a partir de las declaraciones indagatorias, se sumaron las pericias telefónicas de ambos. La defensoría oficial que tiene Alvez ni siquiera apeló”, dijo Andrea Reynoso, abogada de Carolina Pérez en diálogo con Pulso Noticias. “Están recolectando una mayor cantidad de pruebas. Hay una tercera persona, pero todavía faltan herramientas para poder avanzar sobre otra imputación”, agregó.
Después de la resolución de la Cámara, la defensa de Mapis tiene siete días para presentar algún otro recurso. Si no, la causa vuelve a la fiscalía de Ana Medina para que continúe con la investigación.
“Cuando nosotros presentamos el recurso de apelación dijimos que el Juez no habló del precio, ni de qué tipo de relación tenían Alves y Mapis, como para establecer que había un vínculo contractual entre ellos. El delito que se le imputa a Mapis es esa relación contractual”, dijo Gastón Nicocia a Pulso Noticias. En la presentación, Nicocia sostiene que la prisión preventiva de Mapis no es necesaria ya que Mapis tiene arraigo en la ciudad, que tiene doble título universitario -porque es profesora de educación física y fonoaudióloga-, y tiene una familia constituida.
La fiscalía tiene una hipótesis: la muerte de Verónica Dessio fue un asesinato por celos. Los medios reforzaron: “con un encargo de $250.000 pesos a un sicario”. “Se cree que [una de las personas detenidas] contrató a un hombre local para cometer el hecho a través de un intermediario”. Pero hay testigos que declararon en la causa que vinculan a una mujer con Jorge Alvez y una suma de dinero: 120.000. En la declaración no se dice si son pesos o dólares.
Esta tarde, desde las 14, familiares y amigxs de Verónica Dessio concentrarán en las escalinatas del poder judicial para recordarla a tres meses de su asesinato.
Traficante de stikers. Julia no se acuerda cuando decidió convertirse en periodista, pero a los 11 años escribió un cuento: un fideo de barrio armaba una revolución en la alacena para no morir en la olla. Ella cree que ahí empezó todo, y puede que tenga razón. Nació en Bahía Blanca, una ciudad donde hay demasiado viento, Fuerzas Armadas y un diario impune.
En 2012 recibió un llamado: al día siguiente se fue a Paraguay a cubrir el golpe de Estado a Fernando Lugo. Volvió dos meses después, hincha de Cerro Porteño y hablando en guaraní. Trabajó en varios medios de La Plata y Buenos Aires cubriendo géneros, justicia y derechos humanos. Es docente de Herramientas digitales en ETER y dio clases en la UNLP y en la UNLZ.
Tiene una app para todo, es fundamentalista del excel e intenta entender de qué va el periodismo en esta era transmedia.