De la redacción de L´Ombelico
Este
jueves Irán derribó un dron estadounidense tras denunciar que había penetrado
en su espacio aéreo. El hecho generó un aumento de las tensiones existentes con
los Estados Unidos ya que la administración de Donald Trump asegura que el
mismo sobrevolaba una zona internacional. Debido a esto el precio del barril de
petróleo internacional se disparó y aumentó un 6%.
La Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, un grupo militar y estatal iraní calificado como “terrorista” por Trump, anunció el derribo del dron, del estilo “Global Hawk”, en la región sureña de Koohe Mobarak, en la provincia de Hormozgan, cerca del Estrecho de Ormuz, la región que se encuentra envuelta en tensiones regionales luego de los ataques que sufrieron dos petroleros el pasado jueves. El Comandante en Jefe de la Guardia, Hossein Salami, dijo que la acción “fue un mensaje claro y preciso para Estados Unidos”.
Por su parte, Donald Trump aseguró en un primer momento, a través de Twitter, que Irán había cometido “un grave error” pero luego, desde la Casa Blanca, afirmó: “Tengo la sensación de que fue un error. Me resulta difícil creer que fue intencional”. Hasta el momento no anunció ninguna medida concreta como respuesta y al ser consultado sobre este tema, dijo: “Ya lo verán”. En este sentido, el Teniente General Joseph Guastella aseguró que el dron derribado se encontraba a 34 kilómetros de la costa de Irán y calificó el derribo como “irresponsable” al poner “en peligro a civiles inocentes”.
Este hecho ocurre en el medio de las tensiones que existen y que se vienen profundizando entre Irán y los Estados Unidos tras la salida unilateral de los Estados Unidos, en el 2018, del Acuerdo Nuclear firmado entre Teherán, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania. Los últimos acontecimientos se acrecentaron a partir de los ataques que sufrieron dos petroleros en el Golfo Pérsico el jueves pasado, hecho por el cual Washington culpó a Teherán y por el cual anunció el envío de mil soldados a la región. A esto se le suma que Irán anunció que en los próximos días superará el límite de sus reservas de uranio, lo cual sería una violación al acuerdo nuclear, que todavía se mantiene en pie pese al retiro estadounidense.
Ante el aumento de las tensiones el Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, expresó su “gran preocupación” y reclamó “máxima contención” para evitar una escalada aún mayor. Asimismo, hace unos días el Canciller de China, Wang Yi, convocó a “defender firmemente la paz y la estabilidad en Oriente Medio” y llamó a “evitar abrir la caja de Pandora”. Lo cierto es que el mundo teme un desenlace militar de los acontecimientos e intenta evitarlo. En este sentido habló hace unas semanas el Canciller británico, Jeremy Hunt, quien afirmó: “Estamos muy preocupados por el riesgo de que haya un conflicto por accidente a raíz de una escalada involuntaria en ambos lados”. Ante este panorama, tanto el presidente iraní, Hasán Rohaní, como Donald Trump han declarado públicamente que no quieren ni buscan una guerra entre los países.
En los próximos días se espera un viaje del asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, John Bolton, un ferviente opositor al gobierno iraní, hacia Israel para tratar la “seguridad regional”. Se espera que mantenga reuniones con el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, su homólogo israelí, Meir Ben-Shabbat, y ruso, Nikolai Patrushev.
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