Militante, jugadora y periodista deportiva, se va al mundial de Francia para ver a las selecciones. Mientras, su libro “Qué jugadora”, moviliza las estanterías de las librerías con una de las historias que más nos costó a las mujeres: la del fútbol femenino
Por Paulina Tarantino (Publicada en edición impresa)
Cuando Ayelén Pujol tenía diez años su habitación estaba empapelada de Boca Juniors y con posters del Beto Márcico. Entonces él era su ídolo máximo y hasta flashaba casarse con la estrella boquense.
El fútbol atravesaba la vida de Aye veinticuatro por siete: si no estaba jugando en la canchita, estaba mirando el torneo; si no estaba relatándose partidos así misma, estaba golpeando la pared por un pase fallido. O simplemente estaba soñando despierta en integrar el plantel del xeneixe levantando el pasto de La Bombonera de un patadón.
Sí. Ella quería jugar el fútbol masculino con varones. Por que en los ´90, como nos pasó a muchas niñas a las que no nos mostraron otra realidad posible, Aye soñaba los sueños de los varones.
Ahora todo cambió. Incluso los sueños.
“Si yo hubiera conocido a Betty García que jugó el Mundial ´91, o a Elba Selva, que tiene 74 años y le hizo cuatro goles a Inglaterra, o a Sole Jaimes o a la cinco de Boca Camila Gómez Ares, seguramente hubiera tenido posters de ellas en mi habitación”, cuenta a Pulso Noticias. Aye las menciona como sus nuevas ídolas desde que resignificó la palabra futbol en su vida y transitó un camino de descubrimiento feminista y militante con una pelota en los pies. “Transformé mis preferencias”, dice. Eso ocurrió más o menos cuando se pudrió del periodismo deportivo y de escribir sobre los goles de hombres.
¿Por eso nace ´Qué jugadora´?
Tenía la idea de hacer un libro hacía cuatro años y un día durante unas vacaciones emprolijé el índice y me decidí a ir por esos temas. Empecé a laburar sin certeza de que la historia del futbol femenino contado por sus protagonistas mujeres se publicara, pero luego firmamos contrato con Planeta y ahora con mucha felicidad puedo decir que ya está en las liberías.
Y también está Norita Futbol Club, ¿qué significa para vos?
Es el fútbol como algo lúdico, es un derecho que parecíamos no tener las mujeres. Nosotras cuando nos anotamos en la liga pensamos en un nombre que represente todo lo que sentíamos y vivíamos a través de este deporte. Fue justo cuando Nora Cortiñas lanzó la frase: ser feminista es una cosa bárbara y decidimos homenajearla poniendo su nombre al equipo.
La Norita es algo re lindo e inesperado. Hasta vino a jugar su nieta con nosotras.
“Ser feminista es una cosa bárbara”, dio nacimiento al nombre del equipo – Foto. Ayelén Pujol
¿En qué se diferencia el futbol femenino del masculino?
En las historias ricas por contar que hay dentro. Por que son todas historias de luchadoras, son historias de mujeres estudiantes, trabajadoras, madres, que además de todo eso juegan al futbol.
El juego masculino está hiper profesionalizado, el acceso a los jugadores está mas vedado, es muy difícil que ellos expresen lo que realmente piensan. En cambio nosotras si no hubieramos expresado lo que pensamos, no hubiéramos cambiado la historia.
También en el amor por el juego, lo que sugiere.
En si estamos soñando o jugando, o las dos cosas a la vez.
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