Milita Molina dejó un legado vital en la literatura argentina: escritora, traductora, docente e investigadora, su obra transita los bordes de la memoria, el olvido y la resistencia. A 4 meses de su muerte, amigos, colegas y discípulos se reúnen en Flores para homenajear su trayectoria y su huella en quienes la leyeron y compartieron vida con ella
El próximo sábado 31 de mayo, a partir de las 19 hs., en Condarco 546, barrio de Flores, CABA, se realizará un homenaje a la escritora Milita Molina, fallecida recientemente. La jornada contará con paneles de diálogo sobre su obra, una lectura performática a cargo de Walter Romero —quien fue primero su alumno y luego su amigo—, y música en vivo a cargo de Alfonso Beuter.
Participarán también Laura Estrin, Américo Cristófalo, Esteban Bertola y Manuel Moyano Palacios. El ciclo literario que impulsa el evento está conformado por Pablo Farrés, Diana Hoffmann, Viviana Bernadó, Agustina Perez y José Retik.

Milita Molina: una voz única de la literatura argentina
Nacida como Juana Emilia Molina el 22 de agosto de 1951 en la ciudad de Santa Fe, Milita dejó una obra que abarca ficciones, ensayos y traducciones. Autora de libros como Fina voluntad, Los sospechados y Mi ciudad perdida, se formó como Profesora de Letras en la Universidad Católica de Santa Fe, antes de trasladarse a Buenos Aires. Allí dictó clases de Literatura del siglo XIX en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y fue investigadora UBACYT.
En 2006 alcanzó el cargo de Profesional Principal en el CONICET, donde trabajó hasta su jubilación. Como traductora, llevó al español textos de Henry James, Samuel Beckett, Raymond Federman, William Burroughs y Jack Kerouac, entre otros.
Su literatura, caracterizada por el desborde de los moldes narrativos tradicionales, la inscribió como una figura singular, a veces relegada del canon, pero siempre admirada por quienes reconocieron en su obra una búsqueda radical.


Viviana Bernadó: “La singularidad de su escritura me atravesó”
Viviana Bernadó, escritora y una de las impulsoras del ciclo, cuenta a Pulso Noticias: “estoy leyendo por primera vez a Milita Molina, con Destreza del desesperado, gracias a mis compañeros del ciclo. Me hubiera gustado conocerla en vida y que el reconocimiento fuera otro”.
Sin embargo -agrega y suscribe a las opiniones de Agustina Pérez y Miguel Vega Manrique en el prólogo de ese libro- “su entrega a una escritura sin aparente trama, elusiva de temas y astutas ideaciones, la instaló en una deriva solitaria. La singularidad de su escritura y esa condición de olvido frente al canon argentino es algo que me atravesó profundamente.”
Bernadó publicó el libro de cuentos Aquello era el cielo (Editorial Nudista), donde trabaja con personajes en los bordes rurales, figuras atravesadas también por lo ominoso y lo marginal.

Agustina Pérez: “hace años creo que es la mejor escritora argentina del siglo XXI”
Agustina Pérez —o aguxtina perez, como firma parte de su obra— recuerda su vínculo personal y literario con Milita: “Milita Molina se convirtió en mi amiga del alma, en el sentido aristotélico”.
Además no duda en afirmar que “hace años creo que es la mejor escritora argentina del siglo XXI. Su escritura es una experiencia táctil que atraviesa la costra que nos aleja de la vida. No pudieron resistir lo que proponía y la sepultaron antes de tiempo, llamándola ‘autora de culto’.”
Autora de novelas como Caperuxita, lecciones para los niños muertos de bethlehem y Kraken Mare, Agustina destaca una visión artística que piensa sus piezas como formas abolladas, desplegándose como un papiro interminable, más allá del formato libro.
Sobre la actividad, aclaró: “El encuentro parte de un ciclo impulsado por Pablo Farrés. Convocamos a los que siguen ese poco de amor, a partir de las 19 hs. La dirección exacta se pide por privado en nuestras redes”, expresaron en base al relato de Lamborghini “ese poco de amor que anda”.


Pablo Farrés: “Milita bancaba la parada cuando la literatura se volvió un negocio”
Pablo Farrés, otro de los organizadores, suma una mirada sobre la importancia de Milita Molina: “Milita fue una voz disonante. Cuando la literatura argentina tomó el rumbo del Gran Negocio, Milita se quedó con los restos: ‘miguitas de la memoria, cerillas rotas’. Hay quienes escriben para entrar al salón literario; Milita lo incendió para escribir con las cenizas. Con ella se rompió un lazo con una época en que la literatura era algo más que un pasatiempo”, expresó el autor.
Autor de novelas como Literatura Argentina, Las pasiones alegres y Las Series Infinitas, Farrés rememora su primer encuentro con Milita en una presentación de Laiseca en los años noventa y la describe como una presencia luminosa y oracular: “Sus clases parecían maratones. Conectaba a los románticos con Rimbaud y de ahí saltaba a Baudelaire. Más que clases, eran celebraciones”.
Sobre la organización de la actividad, agrega: “Hace unos meses comenzamos a armar este ciclo con José Retik, Viviana Bernadó y Agustina Pérez. La muerte de Milita nos llevó a que el primer encuentro fuera su homenaje. Habrá entrevistas públicas, lectura, performance y música en vivo”.
Se trata del primer encuentro del ciclo denominado “LITERATURA ARGENTINA — No apto para consumo humano”.
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