En una conversación con Carolina Mamblona, docente de la Facultad de Trabajo Social de la UNLP, abordamos la crítica situación de la universidad pública frente al ajuste presupuestario, la lucha sindical docente y el alarmante impacto en los estudiantes. La segunda marcha federal del miércoles será clave para exigir respuestas.
Este miércoles 2 de octubre se llevará a cabo la segunda marcha federal en defensa de la educación pública, impulsada por gremios docentes y no docentes de todo el país. En este contexto, dialogamos con Carolina Mamblona, trabajadora social, docente titular en la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), y activista en el colectivo de docentes Clases Públicas, para entender los desafíos que enfrenta la universidad pública y cómo estos impactan en los estudiantes y trabajadores.
Clases Públicas: docencia y feminismo como acción política
Consultada sobre la agrupación Clases Públicas, Mamblona explicó que se trata de un colectivo que surge en 2022, integrado por docentes universitarias que reconocen las condiciones de precarización y feminización del trabajo en la universidad. “El 70% de les trabajadores de la universidad tienen una carga de pocas horas (cargo simple) y perciben un salario por debajo de la línea de pobreza, y de ese porcentaje la mitad están ocupados por mujeres, lo que refleja una división sexual del trabajo que persiste en nuestra sociedad patriarcal”, afirmó. Además, subrayó que el nombre del colectivo busca reivindicar la acción de la clase pública como una forma de sacar el conocimiento académico a las calles y conectarlo con el territorio, una práctica histórica que tomó fuerza después de 2001.
Un año bisagra para la universidad
Este año, la universidad ha sido blanco de una política de ajuste que, según Mamblona, no solo afecta el funcionamiento de la institución, sino también los salarios de sus trabajadores. “Este es un ataque directo, de ahogo presupuestario”, afirma, refiriéndose a la grave reducción de los recursos destinados a la educación superior y al congelamiento de las paritarias docentes. “Venimos perdiendo más del 50% del poder adquisitivo de nuestros salarios. La devaluación y la inflación solo han profundizado esta situación”.
Mamblona también recordó la marcha multitudinaria del 23 de abril, un hito de protesta en defensa de la educación pública, y subrayó la importancia de la movilización de este miércoles: “Esperamos que seamos miles en las calles para decir no al veto de Milei a la Ley de Financiamiento Educativo“. Esta ley, según Mamblona, es fundamental para revertir el desfinanciamiento que afecta tanto a los salarios docentes como al funcionamiento básico de la universidad, que ya ha visto recortes en becas, optativas y jornadas científicas.
El impacto de la crisis en la juventud precarizada
Uno de los puntos más preocupantes de la entrevista fue el impacto de la crisis en los estudiantes. Mamblona destacó la precarización laboral que afecta a la juventud y cómo esta situación dificulta su acceso a la universidad. “Las becas son insuficientes y los estudiantes tienen trabajos mal pagados que los obligan a abandonar materias”, relata. Además, la pandemia ha dejado secuelas en la salud mental de muchos jóvenes, con un aumento alarmante de suicidios. “En la Facultad de Trabajo Social y en Psicología, hemos tenido casos recientes de suicidios de estudiantes, lo cual refleja el nivel de crisis que estamos atravesando”, lamenta.
Mamblona concluyó enfatizando la necesidad de articular luchas comunes entre diferentes sectores afectados por las políticas de ajuste. “Somos la misma clase trabajadora, y necesitamos construir una respuesta colectiva para enfrentar estos ataques que están teniendo consecuencias devastadoras”, expresó con firmeza.
La docente cerró su intervención reiterando el llamado a la unidad: “No podemos defender el presupuesto universitario sin estudiantes adentro, y para eso, necesitamos mejorar sus condiciones de vida. Las luchas deben converger, porque de lo contrario, las secuelas de esta crisis serán cada vez más graves”.
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