Otra vez un policía, el fácil acceso a un arma, la falta de controles y un doble femicidio que no debió ser. Hijos e hijas sin madres y una familia entera devastada por culpa de un asesino
Otra vez un policía, el fácil acceso a un arma, la falta de controles y un doble femicidio que no debió ser. Hijos e hijas sin madres y una familia entera devastada por decisión de un asesino y la complicidad de toda una fuerza.
Nazareno Sebastián Miño asesinó a su expareja y a la hermana de ella. También hirió al novio de esta última, quien se encuentra internado en grave estado por un impacto de bala en la cabeza. Luego escapó con sus dos hijos, pero finalmente se entregó.
El doble femicidio ocurrió anoche en un domicilio ubicado en la calle 411, entre 156 y 157. Según trascendió, las víctimas fatales fueron identificadas como Victoria Díaz, de 35 años, expareja de Miño, y Castorina Díaz, de 39 años.
Según se supo, Miño llegó en un horario inadecuado y quiso llevarse a los dos hijos, por lo que se generó una discusión con la expareja, hasta que sacó la pistola reglamentaria y la mató a tiros.
Al escuchar las detonaciones, Castoarina y su pareja corrieron para ver qué pasaba, Miño les disparó también, provocando la muerte de la mujer y lesiones graves en el hombre. Vale aclarar que todo se desarrolló en un mismo terreno donde hay dos viviendas.
Mientras sigue la conmoción luego del ataque Pulso Noticias habló con una de las hijas de la víctimas. La joven de 18 años, de quien se preserva su identidad, es hija de Castorina Díaz, la excuñada del policía autor del doble femicidio, y contó que “estoy muy mal, y más que nada por mis hermanitos de 6, 10 y 12 años, los que no sé cómo van a superar esta situación”.
Visiblemente shockeada explicó que cuando los vecinos le contaron lo que había acontecido, “yo no lo creía, hasta que intenté ingresar, no me dejaron, me puse a pelear con la Policía. Dijeron que eran tres los que recibieron disparos, pero uno tenía signos vitales”.
“Siempre trataba mal a sus hijos, pero no se me pasó por la cabeza que podía hacer esto. En la relación que ellos tenían, él era violento con mi tía, era la razón por la que se separaron, después de eso no hubo más problemas”, dijo la joven.
La chica agregó que su tía Victoria “aceptaba que él vea a sus hijos”, aunque “no le gustaba la manera en cómo los venía tratando, pegarle no les pegaba, pero los retaba por cualquier cosa, a veces los retaba mucho o se sacaba cuando tenía que decir las cosas dos veces”.
“Con mi mamá no tenía problemas, mi mamá escuchó los gritos y fue a ver qué pasaba, parece que empezaron a discutir porque él se quería llevar a los nenes”, agregó la adolescente.
Por su lado, otra de las hijas de Victoria dijo que sabía que el policía “estaba denunciado y tenía una perimetral. Ella le tenía miedo y creo que la amenazaba. No sé porque mi mamá tuvo que pasar por esto, a mí me dijeron que estaba drogado, yo creo que vino derechito pensando que iba a matar a mi tía”.
UNA FUERZA QUE NO CUIDA A NADIE Y ASESINA
Entre el 1° de enero de este año y el último 31 de mayo, se contabilizaron 29 femicidios por mes, según el informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro.
Se indicó fueron que en total fueron 145 las víctimas de violencia de género: 129 femicidios, dos trans/travesticidios y 14 femicidios vinculados de varones adultos y niños. Se detalló además que siete femicidas pertenecían o eran ex fuerza de seguridad.
Otros de los datos más relevantes del informe, señala que en total en ese período, 156 hijas /hijos quedaron sin madre, y de ese total, el 58% son menores de edad.
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