Habían sido condenados en 2016 tras formar parte del grupo paramilitar que secuestró, torturó y asesinó durante y previo al genocidio. La historia de “La Masacre del cinco por uno”
En el primer e histórico juicio contra la CNU de diciembre de 2016 en Mar del Plata fueron condenados a prisión perpetua el exfiscal Gustavio Demarchi, Fernando Alberto Otero y Mario Ernesto Durquet, mientras que hubo otros castigos menores como José Luis Granel, que fue condenado a 7 años, Juan Pedro Asaro a 5 años y Roberto Alejandro Justel y Juan Carlos Asaro a 3 años, en tanto que Raúl Rogelio Moleón y Raúl Arturo Viglizzo resultaron absueltos.
Sin embargo, se conoció esta mañana a través de una nota en Página 12, que la Justicia de Casación, con los votos de Ledesma y de Yacobucci, decidió absolver a los hermanos Asaro, a Granel y a Justel. El fallo también benefició a Otero: si bien le confirmaron la perpetua, lo absolvieron por el homicidio de la docente María del Carmen Maggi, según explicó la periodista Aillín Bullentini.
El juez que lideró los argumentos, Yacobucci, expresó: “Si bien algunos hechos aquí juzgados constituyen -como se adelantó- crímenes de lesa humanidad, esto no implica que la sola pertenencia a una organización política como la denominada CNU, o una agrupación profesional de abogados peronistas o una filial sindical –CGT- de la zona de Mar del Plata, determinen una imputación asociativa cuya ilicitud alcance la naturaleza de aquel tipo de ilícitos”, sostuvo en su voto.
En respuesta a esto, desde la querella de Familiares de Detenidos Desaparecidos del Centro y Sur de la provincia de Buenos Aires, respondieron: “Yacobucci define a la CNU como una especie de grupo político con determinada posición ideológica y ya. Decide ignorar el carácter parapolicial y paramilitar de esa patota, deja a un lado su razón de ser violenta, represiva, persecutoria”. Además explicaron que: “Así en el fallo queda plasmada una lectura de los hechos en pos de los preceptos de la teoría de los dos demonios: en el gobierno había gente de derecha y del otro lado, gente de izquierda que ejercía violencia en partes iguales y que eso, de por sí, no es suficiente para acreditar comportamiento criminal”.
¿Cómo actuó la CNU en Mar del Plata?
Tal como en todo el país pero sobremanera en ciudades de la Provincia de Buenos Aires como Mar del Plata o La Plata, la CNU actuó de manera paralela a la Triple A con secuestros, homicidios y torturas, tal como fue ya reconocido y probado en otros juicios de lesa humanidad.
Uno de los casos más trascendentes en Mar del Plata fue el de “La Masacre del cinco por uno”, o los homicidios del cinco por uno, fueron una serie crímenes de lesa humanidad cometidos el 21 de marzo de 1975.
Las personas asesinadas fueron Enrique Elizagaray, Jorge Enrique Videla, Guillermo Videla, Jorge Lisandro Videla y Bernardo Alberto Goldemberg.
Quienes estaban en la banda parapolicial llamada Concentración Nacional Universitaria (CNU), Gustavo Demarchi, Mario Ernesto Durquet, Fernando Alberto Otero, José Luis Granel, Juan Pedro Asaro, Juan Carlos Asaro y Roberto Justel.
El 20 de marzo de 1975 fue asesinado por Montoneros Ernesto Piantoni, abogado de la Confederación General del Trabajo y cabeza de la organización parapolicial Concentración Nacional Universitaria (CNU). Esa misma noche, durante el velorio, los integrantes de la CNU, liderados ahora por el fiscal Gustavo Demarchi, decidieron vengar la muerte de Piantoni, matando a cinco personas relacionadas con Montoneros, aplicando una conocida frase de Juan Domingo Perón, en ocasión del discurso del 31 de agosto de 1955, cuando dijo que “cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de los de ellos”, conocido como el Discurso del cinco por uno.
Ya en horas de la madrugada del 21 de marzo, entre quince y veinte personas provistas de armas largas, se suben a varios automóviles Ford Falcon y un automóvil Peugeot 404 y parten de la Casa Sampietro donde ser realizaba el velorio. La caravana, encabezada por un Ford Falcon con una baliza en el techo, se dirigió a la casa del teniente primero (RE) Jorge Enrique Videla, en la calle España N° 855, cerca del barrio La Perla. Luego de rodear la casa, ingresan a la misma presentándose como policías. En ese momento, Enrique “Pacho” Elizagaray, sobrino del dueño de casa y referente de la Juventud Universitaria Peronista (JUP), intenta escapar de la patota por el techo, pero es acribillado ahí mismo.
La banda secuestró entonces a Videla padre y sus dos hijos, Guillermo de 16 años y Jorge Lisandro de 22 años. Guillermo era militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) y Jorge era militante de la Juventud Universitaria Peronista. Padre e hijos fueron asesinados poco después y sus cuerpos fueron encontrados en la esquina de las calles 176 y 54, del barrio Montemar, una zona despoblada cercana a Camet, ubicada en el extremo norte de la ciudad. Cada uno de los cuerpos tiene más de veinte disparos, realizados con armas de guerra.
La banda no se detuvo y buscó a otra persona para completar “los cinco” de la venganza. Atravesó toda la ciudad y se dirigió a la casa del cirujano Bernardo Alberto Goldemberg, en la calle Falucho N° 3634, donde lo encuentran duermiendo junto a su esposa Alicia y su hijo de dos meses. Se presentan como policías, roban algunas cosas y secuestran a Goldemberg, quien es subido al Ford Falcon con la baliza sobre el techo. Poco después de las seis de la mañana fue acribillado y dinamitado en el viejo camino a Miramar y la calle 493, cerca del Golf Club Los Acantilados.
La investigación de los homicidios recayó sobre el fiscal Gustavo Demarchi, el mismo que había dado la orden de cometer los homicidios, razón por la cual se cerró sin que se investigara.
Juicio por la verdad
Entre 1986 y 1990 se dictaron lo que se conoce como las leyes de impunidad, que impidieron realizar juicios contra autores de crímenes de lesa humanidad cometidos en Argentina, entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983. Por esa razón, en diciembre de 2000 se inició en Mar del Plata un juicio por la verdad, sobre una serie de crímenes cometidos en esa ciudad a partir del 24 de marzo de 1976, en particular los secuestros y asesinatos conocidos como la Noche de las corbatas. Debido a que el mismo involucraba potencialmente a conocidos miembros del poder judicial, el juicio debió sufrir “una operación mediática y jurídica para acotar” sus alcances.
En el curso del mismo, surgieron pruebas y testimonios de otros crímenes, cometidos con anterioridad a esa fecha, por la organización Concentración Nacional Universitaria. Esos datos obrarían como base para abrir una investigación y luego un juicio oral contra los autores de la Masacre del cinco por uno.
Investigación y juicio oral
El 2 de enero de 2007, treinta y un años después de la masacre, el Colegio de Abogados de Mar del Plata y varias organizaciones de derechos humanos, pidieron reabrir la investigación en virtud de los hechos descubiertos en los juicios de la verdad. Con una demora de más de un año, finalmente la causa quedó a cargo del juez federal Santiago Inchausti, como causa 13.793, caratulada como “Averiguación delito de acción pública (CNU)”.
En la causa se investigaron ocho asesinatos: los cinco cometidos el 21 de marzo de 1975, así como los del contador público Daniel Gasparri, Jorge Alberto Stoppani y la decana María del Carmen Maggi, cometidos también en ese año.
Luego de seis años de investigaciones la causa fue elevada a juicio oral el 12 de diciembre de 2013, con el fin de que fueran enjuiciadas nueve personas, de las cuales siete fueron consideradas culpables.
Además de los condenados, cuatro personas sospechosas se encuentran prófugas con pedido de captura internacional (Fernando Delgado, Eduardo Salvador Ullúa y Raúl Arturo Viglizzo). Dos sospechosos se encuentran radicados en España y la justicia solicitó su extradición: Beatriz Arenaza y Daniel Ullúa. Un sospechoso, Patricio Fernández Rivero, tiene el juicio suspendido por encontrarse en situación de incapacidad. Finalmente, tres sospechosos, Finalmente Ricardo Oliveros, José Catuogno y José Luis Piatti PIATTI fueron sobreseídos por fallecimiento.
El juicio oral fue realizado ante el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, integrado por los jueces Alfredo Ruiz Paz, Víctor Bianco y Luis Imas. Comenzó a realizarse en junio de 2015 y se dictó sentencia el 20 de diciembre de 2016.
La investigación judicial estableció que los integrantes de la Concentración Nacional Universitaria conformaron una asociación ilícita bajo el amparo de organismos del Estado para imponer el terror y que estaba integrada por dos áreas: “los ideólogos” y “los operativos”. Los ideólogos eran Gustavo Demarchi, Raúl Viglizzo, Eduardo Cincotta, Piero Asaro, José Luis Granel y Roberto Coronel. Los operativos eran Mario Durquet, Eduardo Ullúa, Fernando Delgado, Juan Carlos Gómez, Oscar Corres, Fernando Otero, José Luis Piatti y Carlos Flipper González.
Demarchi, Otero y Durquet fueron condenados a prisión perpetua. Granel fue condenado a siete años de prisión, Juan Pedro Asaro a cinco años, mientras que Juan Carlos Asaro y Justel fueron condenados a tres años.
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