A pocas horas del reinicio del torneo semiprofesional de fútbol femenino, Pulso Noticias dialogó con Nicolle Durso De León, una de las arqueras de Villa San Carlos, quien además es Community Mánager, árbitra, modelo y estudiante de periodismo deportivo
Por Lucas Mazzuca
“Mi idea y mi proyecto más grande es poder dedicarme de lleno al fútbol”, dice una y otra vez Nicolle Durso De Leon, arquera de Villa San Carlos, durante la entrevista que realizó con Pulso Noticias luego de una nueva práctica con el Celeste en la República de los Niños y con el reinicio del torneo programado para este segundo fin de semana de febrero.
Con el mismo convencimiento y la convicción de querer dedicarse de lleno al fútbol, la joven de 22 años estudió arbitraje con la finalidad de aprender más sobre el deporte que practica: “cuando me puse a estudiar arbitraje mi único fin era poder aprender, pero con el tiempo me fui enganchando cada vez más y dirigí algunos partidos en ligas menores. Ahora hace poco me llamaron desde AFA para dar una de las pruebas pero veremos qué pasa”.
Nicolle, quien además es prima de Tomás Durso, arquero de la Reserva de Gimnasia y tiene en su árbol genealógico varios parientes que eligieron el arco, comenzó a ligarse al fútbol a los 15 años. En su carrera, antes de llegar en 2019 el cele de Berisso, atajó en Boca de Mar del Plata, Malvinas de la Liga Amateur Platense y Cambaceres. En todos los clubes por los que pasó consiguió afianzarse como titular y obtener distintos logros, pero por una cosa o por otra debió irse buscando nuevos horizontes. Ya sea porque los clubes dejaron de darle importancia al fútbol femenino o por inconvenientes personales como cuando debió volver a La Plata.
Pero, para una mujer nada es fácil al momento de descubrir que el deporte que ama es el fútbol. Quizá esto cambie con el paso de los años, pero quienes crecieron años atrás debieron y deben sortear varios obstáculos: “en mi casa no podía ni mirar fútbol por televisión cuando era chica, ya que vivía con mi mamá y ella siempre decía:´no tengo marido para no mirar fútbol y lo tengo que ver por vos´”, cuenta un poco entre risas y además agrega: “cuando era chica empecé a ir a jugar con amigos al fútbol 5 siendo yo la única mujer, pero muchas veces me dejaban de lado, no querían que vaya, entonces yo me encargaba de armar los partidos, y en varias ocasiones ponía más plata que el resto con tal de jugar”.
Pero esto no es todo, debido a que en uno de los clubes por los que pasó, uno de los entrenadores le dijo: “podés sumarte al equipo, pero te recomendaría que te busques otra posición, arquera ya tenemos y no la pienso sacar”. Sin embargo, Nicolle, convencida de su puesto le dijo: “no importa si no juego, yo lo que quiero es poder entrenarme como arquera para poder ir mejorando poco a poco”. La suerte o la desgracia jugaron su partido y días antes de comenzar el torneo quien iba a ser la titular se lesionó, Nicolle terminó atajando y siendo figura de su equipo.
Otro de los obstáculos que deben sortear las mujeres es la parte económica, ya que si bien la liga se hizo semiprofesional son solamente ocho jugadoras por plantel las que cobran sueldos y encima son bajos, lejos, muy lejos de lo que cobra un hombre por el mismo trabajo. Así que en su momento Nicolle fue moza y ahora se dedica de manera independiente a manejar redes sociales para distintas empresas. Su trabajo se basa en armar un equipo de trabajo con diseñadores, fotógrafos, etc y así mejorar la imagen y la clientela de la marca. También se dedica a modelar para distintas marcas que la contratan. Es decir que Nicolle es una arquera modelo…
Por otra parte, se nota que es consciente de sus tan sólo 22 años y lo mucho que tiene por aprender: “estudie dos años de inglés y ahora estoy estudiando periodismo deportivo, ambas carreras como el arbitraje no las empecé con la idea de poder trabajar de lo que me reciba, si no con el objetivo de aprender, de tener más herramientas”. Una vez que empezó a estudiar periodismo deportivo decidió poner su propio medio que se llama Garra futbolera y es exclusivo para fútbol: “le doy la misma importancia al fútbol masculino y al femenino” dice al momento de describir su medio que tiene su fuerte en Instagram.
Un poco de Villa San Carlos…
Villa San Carlos volverá a la actividad oficial el lunes cuando reciba nada menos que a Boca en Berisso. Al respecto y sobre los objetivos del equipo, una de las arqueras del Cele, aseguró: “la verdad es que no nos fue bien en la primera parte del torneo, nos costó mucho el arranque, así que ahora hicimos una buena pretemporada y tomaremos la última parte como preparación para lo que será luego la zona permanencia, una vez ahí lucharemos con todas nuestras armas para sostenernos en Primera”. De la primera parte del campeonato restan jugarse seis fechas y luego todo quedará dividido en zona campeonato y zona permanencia, donde la Villa buscará evitar uno de los tres descensos. La Villa es parte del principal torneo de la AFA y uno de los tres clubes de la región que juega en la máxima categoría junto a Estudiantes y Gimnasia.
Mara, su compañera de siempre
Una de las apuestas de Villa San Carlos para poder mantener la categoría en la segunda parte del certamen que comenzará en abril es la incorporación de Mara Gómez, de 22 años, quien será la primera jugadora trans que participará del Torneo Femenino de Primera División de la AFA. La entidad de Berisso sumó a la delantera, quien viene de destacarse en el club Malvinas de la Liga Amateur Platense: se consagró bicampeona y fue la máxima artillera en los últimos dos torneos.
Sin embargo, todavía falta para que esto sea una realidad. A pesar de que Mara se entrena todos los días con el plantel, resta que desde la AFA la habiliten a jugar, algo que por el momento está estancado: “se entregaron todos los papeles que se pidieron desde la AFA y estamos esperando la respuesta, esperemos que sea positivo por el bien de Mara y el nuestro como equipo”.
La realidad marca que, puntualizando en la actualidad del torneo femenino profesional argentino, se expresan otras desigualdades que nada tienen que ver con el género. Hay equipos en el que todas las jugadoras tienen contratos y cobran por su trabajo como futbolistas, mientras que en otros clubes hay otras no tienen salarios y ni siquiera cuentan con las condiciones mínimas para entrenar.
Nicolle y Mara ya se conocen, y salieron campeonas juntas más de una vez: “Sin querer ni proponérnoslo, con Mara venimos compartiendo equipos desde hace un tiempo largo, tanto en Malvinas como en Cambaceres fuimos compañeras, así que ojalá que la habiliten para poder compartir cancha otra vez juntas”.
Así está planteada el fútbol femenino a poco de reiniciar el primer torneo profesional de la historia, con muchos obstáculos e ítems por mejorar. Si bien la profesionalización de la disciplina significó un paso adelante para todas las mujeres, lo cierto es que un árbol no puede tapar el bosque y se debe seguir trabajando en pos de mejorar las condiciones para que las futbolistas puedan nada más ni nada menos que trabajar de futbolistas. Es probable que con el paso del tiempo y con el empuje de todas el fútbol femenino sea de una vez por todas y para siempre profesional.
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