Falleció el represor Héctor “El Oso” Acuña, quien durante la última Dictadura Militar integró la Dirección de Seguridad de la jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense y fue reconocido por los sobrevivientes de “La Cacha” como uno de los interrogadores y torturadores de ese centro clandestino de detención. El genocida murió este mediodía en la cárcel de Ezeiza tras sufrir una caída que le habría generado traumatismos varios.
La primera detención del represor había sido en 2006 cuando se lo juzgó por los crímenes cometidos en la Unidad Nº 9 de La Plata durante 1976 y 1977. En 2014, recibió una segunda condena por parte del Tribunal Federal Nº 1, pero esta vez a prisión perpetua. Fue por los secuestros, asesinatos y torturas perpetrados en el centro clandestino de detención que se encontraba en las instalaciones de la antigua antena transmisora de la Radio Provincia de Buenos Aires, en el predio de la penitenciaría de Olmos.
Pero además, Acuña, fue hallado responsable del delito de abuso sexual a una menor que tenía a su cuidado antes de caer preso. La víctima nació en 1993 y fue abusada por Acuña desde que tenía sólo cinco años. Incluso la joven, que lo denunció a los 16, testificó que sufrió su violencia durante las visitas a la cárcel de Marcos Paz, luego de que el represor fuera arrestado.
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