Se trata de un grupo de amigos que comenzaron a improvisar con percusión y, actualmente, son 17 integrantes que se mueven desde la cumbia al candombe pero sin perder “lo que más nos vincula, el respeto por la cuestión rítmica”. Compartieron pizzas y cerveza con Pulso Noticias previo al show que darán este sábado 27 en la medianoche de Guajira, denominado: “Selva Kilombo”.
Por Ramiro Laterza
Todo empezó con una batucada: agarraron una batería y la separaron; redoblante, chancha y tones de la batería, cada uno agarró un tacho y “empezamos a juntarnos en el bosque, luego íbamos a los cumpleaños, hacíamos tipo el carnaval carioca y esas cosas”, comenta Mariano.
Con el nombre Brujos de Chiclana se fundó finalmente en 2011 este grupo de percusión que se mueve con distintos estilos en cada tocada, teniendo la idea principal en el ritmo y la improvisación. “Cuando nos quisimos acordar éramos 17”, se ríe Lucas.
Ese primer grupo de amigos que vino junto desde San Clemente armó la banda y le dio continuidad hasta que otros amigos y amigas que primero acompañaban, se sumaron. “Hace un mes, después de debatirlo entre todos, decidimos cambiar el nombre”, comenta Juan Manuel. Agregaron la x para incluir a las compañeras brujas: Brujxs de Chiclana entonces estrena nombre este sábado en Guajira con un evento organizado por ellos mismos. Y ellas.
“Como somos un colectivo de artistas, excede lo musical algunos se encargan de la indumentaria, la escena, la danza, y empezamos a laburar con conceptos, el año pasado denominamos el show “La Metamorfosis”, explica Nico. El show para este sábado es Selva Kilombo. El quilombo es el asentamiento donde se refugiaban los esclavos negros que se rebelaban o se fugaban de su vida de esclavitud, “es el momento donde compartían entre ellos, lejos de sus amos, tocaban el tambor y se liberaban”, agrega Nico al concepto. “Pensamos una selva ciudad y el quilombo es lo que compartimos cuando escapamos”.
Haciendo un balance más general de los últimos años, Maxi retoma el guante y rememora: “Año a año se crece constantemente, lo vemos en lo que vamos conociéndonos entre nosotres, la movida, la gente, el ámbito, entre 17 personas eso es algo importante y todos venimos creciendo, juntos en esta coyuntura, de manera pareja”, explicó. “Somos amigos y eso es re lindo, es una fortuna para mí”, agrega Rocky.
Respecto a lo musical, comenta Quique que “es significativo la utilización de la improvisación y de un lenguaje para guiar todo eso, a medida que crecemos como personas y como grupo, se va utilizando el lenguaje de señas y otro tipo de instrumentos que tenemos… se pueden escuchar cosas vinculadas a la cumbia, al candombe, al rap y siempre se va construyendo con la improvisación y un director guiando”, explica.
“Hay muchos proyectos de este tipo que cuestan sostenerse, son tipo ensamble para probar la improvisación, nosotros como somos amigos, se sostiene, crecemos y cada vez mejor y con mas ganas…lo que más nos vincula es el respeto por la cuestión rítmica, somos unos manijas del ritmo”, tituló.
También dejaron sentado alguna incomodidad: “La Plata tiene algo, es hermoso, pero ahora mismo hay en contexto extremadamente policial, venimos de una clausura, terminamos tocando en el parque Saavedra para compartir con la gente que se acercó”, afirma Quique.
Zurdos, Wiros, Congas, Shandblock, Djembe, tambores de candombe, entre otros instrumentos de percusión que utilizan. Presenciar un show de Brujxs de Chiclana es un momento especial, de trance, no se puede conversar, no hay mucho para mirar, sino que el cuerpo se mueve solo, el corazón late distinto y crece el Pulso.
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