En “Malos perdedores” conversamos con Nicolás Vetromile, montajista y delegado sindical de ATE-INCAA, sobre la preocupante situación que atraviesa la producción audiovisual nacional ante el ataque impulsado por el gobierno de Javier Milei
Las políticas del gobierno de Javier Milei vienen atacando con dureza desde el primer día a todo el arco de la cultura, con desfinanciamiento, cierres y despidos en distintas áreas y una política de ajuste que afecta, entre otras cosas, el desarrollo de producciones así como el acceso a bienes artísticos.
Uno de los espacios más apuntados en este sentido fue el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA). Como se conoció la semana pasada a través del Boletín Oficial, el presidente de la nación ordenó el cierre del Instituto de Cine, la reubicación del personal y la reasignación de tareas para los trabajadores que no fueran víctimas de despidos.
Todas las y los empleados comenzaron a recibir en la madrugada del lunes 22 de abril las órdenes de licencia obligatoria hasta que finalice el “proceso de reorganización” de la entidad. Quien llevó adelante las medidas fue el interventor del INCAA, Carlos Pirovano, un financista que llegó a ese lugar por su vínculo íntimo con Federico Sturzenegger.
En diálogo con “Malos perdedores” (programa con coproducción de Pulso Noticias y Radionauta FM), Nicolás Vetromile, montajista y delegado sindical en ATE-INCAA relató: “Desde el primer momento Carlos Pirovano vino a destruir el cine nacional, a destruir la producción audiovisual en general. Llegó y 6 horas después de que se oficializó su cargo despidió a 170 trabajadores, dos semanas después despidió a 29 trabajadores, todo esto los días viernes. Una semana después cerró 15 áreas en donde pasó a disponibilidad a 22 personas y despidió a 9 más. Entre los despedidos y las personas pasadas a disponibilidad en total son 230”.
“En principio, en esas primeras semanas desfinanció todos los organismos de coproducción, frenó la entrega de proyectos de producción por 90 días, devolvió los proyectos que habían sido presentados y no tratados por los comités. Y también se devolvieron los proyectos que fueron tratados por los comités, que se declararon de interés, pero que no tenían resolución porque hacía 4 meses que el INCAA no tenía presidente”, señaló Vetromile.
Tras el anuncio publicado en el Boletín oficial el INCAA modificó su organigrama. Las gerencias que se mantendrán serán la General, la de Asuntos Legales, la de Administración y Finanzas y la de Políticas Públicas. Lo cual implica que las gerencias de Fomento, de Asuntos Institucionales, de Exhibición y Audiencias y de Fiscalización de la Actividad Audiovisual queden eliminadas.
Al respecto, el delegado de ATE-INCAA manifestó: “Cuando sacaron la nueva estructura exceptuaron de la presencialidad a otras 250 personas. Al sacar la nueva estructura se está incumpliendo con la ley de cine porque ya no hay más subsidios para la producción”.
Consultado sobre las consecuencias que estas modificaciones conllevarán, Nicolás afirmó: “Esto afecta a la producción audiovisual. Vos podés parar una producción por 40 días, pero no significa que cuando retomes todo esté donde estaba entonces. Son años de trabajo que se pierden y, como bien dijo Cecilia Roth en los premios Platino, el año que viene a este paso no va a haber ninguna película argentina. Esto está cada vez peor y el INCAA no es ajeno a esto”.
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