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jueves 28-03-2024

Un muerto y más de cien heridos tras la represión policial en Gimnasia-Boca

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El partido fue suspendido a los 9 minutos luego de que la policía bonaerense reprimiera con gases lacrimógenos y balas de goma a hinchas del Lobo que intentaban ingresar al estadio con entrada en mano cuando se habían cerrado las puertas. Carlos Regueiro, de 57 años, falleció tras sufrir un paro cardíaco

Un muerto hincha de Gimnasia y más de un centenar de heridos fue el saldo de la represión policial desatada anoche afuera del estadio Juan Carmelo Zerillo por parte de los efectivos de la policía bonaerense a parciales del Lobo que intentaban ingresar al partido del tripero y Boca con sus entradas en mano cuando ya se habían cerrado la puertas.

El fallecido fue Carlos “Lolo” Regueiro, que según informó el Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, “falleció cuando salía del estadio por un paro cardíaco”. El partido fue suspendido a los nueve minutos de juego por “falta de garantías” por el árbitro Hernán Mastrángelo.

Berni remarcó que la “responsabilidad de lo sucedido es toda del club organizador del espectáculo”. A la inversa, el presidente gimnasista, Gabriel Pellegrino aseguró que tenía para demostrar “que el estadio estaba habilitado para 30.000 personas. Vendimos 3.254 entradas sobre 4.300 que nos enviaron ya que el resto eran socios y es la policía la que determina la cantidad de gente que entra”.

“La gente quería entrar con los carnets en la mano y nosotros veíamos plateas vacías. Los que cerraron las puertas fueron los organismos de seguridad, la policía y el Aprevide”, argumentó el titular gimnasista.

En tanto el árbitro Mastrángelo afirmó que suspendió el partido “a instancias del Aprevide” y que “nunca había vivido una situación como esta”.

Después llegaron las muestras de repudio de la AFA y las condolencias por la muerte del hincha gimnasista de parte de Boca Juniors, cuyo entrenador, Hugo Ibarra, lamentó que “la gente vino a ver un espectáculo y todo terminó de la peor manera”.

Una probable sobreventa de entradas provocó estos hechos cuando muchos hinchas y socios gimnasistas, con sus localidades en la mano, según pudo comprobar Télam, pretendieran entrar al estadio Carmelo Zerillo cuando sus instalaciones ya estaban colmadas.

Entonces las autoridades empezaron a cerrar las puertas de acceso y esto provocó la desesperación de los aficionados que querían entrar porque habían pagado sus boletos, por lo que la policía empezó a reprimir con postas de goma y gases lacrimógenos.

Esto se prolongó durante más de media hora y una niña aparentemente atacada por la policía provocó la reacción de los hinchas y socios que blandían sus carnets. Uno de ellos resultó herido con una bala de goma en el pómulo derecho, mientras que a un camarógrafo de TyC Sports le dispararon tres veces, indicaron desde el propio canal.

El cierre de las puertas de acceso se produjo a las 20.45, 45 minutos antes del comienzo de este encuentro clave en la lucha por el título de la Liga Profesional para ambos equipos.

Y cuando se produjo la represión policial los gases lacrimógenos ingresaron en forma de nube luminosa y blanca al campo de juego, atravesando la multitud que inmediatamente empezó a sufrir las consecuencias de la humareda.

Primero fueron los hinchas y luego los integrantes de los bancos de suplentes quienes comenzaron a cubrirse los rostros y estas reacciones provocaron, por ejemplo, que el director técnico boquense, Hugo Ibarra fuera el primero en solicitarle al árbitro Mastrángelo que interrumpiera el encuentro porque el nivel de afectación que tenía en sus ojos le impedía la visión.

Esto llevó a que el entrenador de Gimnasia, Néstor Gorosito, hiciera lo propio, y estas acciones se fueron haciendo extensivas a los propios futbolistas.

Mastrángelo determinó entonces que los jugadores y sus cuerpos técnicos se fueran a los vestuarios, algo que hicieron inmediatamente, mientras, que simultáneamente la desesperación ganaba las tribunas.

Los hinchas en las tribunas, al estar las puertas de salida cerradas, encontraron en el campo de juego la única vía de escape posible y cientos de ellos saltaron al césped desde los alambrados perimetrales.

En ese momento se pudo observar al capitán boquense, Marcos Rojo, identificado con su clásico rival, Estudiantes, tratando de ayudar a muchos hinchas “triperos” a refugiarse en el propio túnel de acceso a los vestuarios.

Mientras tanto se seguían escuchando disparos desde afuera del estadio y la calma no llegaba, ni afuera ni adentro, hasta que las autoridades tuvieron la cordura de empezar a abrir las puertas para que los hinchas del interior pudieran salir de la cancha, ya que los del exterior finalmente habían sido dispersados.

El Ministerio de Salud bonaerense confirmó que el hombre de 57 años, identificado como Cesar Regueiro, murió por una falla cardiaca en la tribuna durante los disturbios, fue trasladado en ambulancia de servicio privado e ingresó sin vida al hospital San Martín.

Después de una hora de incertidumbre, desconcierto y violencia, las tribunas se vaciaron, un par de centenares de hinchas se quedaron atemorizados dentro del campo de juego, pero ya con más calma, y de a poco todo fue quedando vacío.

Tan vacío como el fútbol mismo (iban 0 a 0), como la violencia misma, y como la falta de organización provoca al haberse puesto en riesgo nada más y nada menos que la vida misma de todos quienes esta noche estuvieron en la cancha de Gimnasia.

(Fuente: Télam)

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