La Federación del Voleibol Argentino estaba en búsqueda de una renovación de imagen. Fue más allá de sus iniciales

Los cambios de isologos o logotipos son una costumbre en los últimos años. Sencillez, dinamismo, color, renovar, facilidad para insertar, algunos de los puntos positivos que tiene. Y fue la Federación del Voleibol Argentino (FeVA) la que optó también por cambiar, siendo una idea que se pensó hace meses.

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La actual Federación, ex Confederación Argentina de Voleibol (primer logo de la imagen de abajo, 1952), antigua Federación Argentina de Voleibol y primeramente llamada Federación Argentina de Voleibol y Pelota al cesto, dio a conocer su nueva imagen oficialmente. Este podría considerarse como el sexto o séptimo escudo -más sus cuatro variantes de nombre- que presenta el ente máximo del vóley nacional.

Semanas atrás, cuando las selecciones volvieron a entrenar -precisamente el 12 de abril-, se vio en imágenes el nuevo logo estampado en buzos y camisetas. Pero ahora sí se dio el ok.

Por lo que se vislumbra, se nota un rectángulo azul -color ya característico de la marca que viste a la Selección, Sonder- que simula ser la mitad de una cancha de vóley -ya que sobre la V, puede verse la línea de tres metros.

Además, la V de vóley con parte de los colores de la bandera nacional y en forma de el pique de una pelota.

Y por debajo, la sigla de la Federación en una simple y sencilla tipografía del mismo azul marino o Francia que lleva el recuadro.

Esta vez, dejando atrás uno de los tradicionales detalles: el dorado, que tenía vínculo -aunque interrumpido- desde hace más de seis décadas.

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