Se anotó en enero y fue citado para darse las dos dosis de las pruebas del laboratorio Bayer. Esta vacuna se encuentra en la misma etapa que la Sputnik, aun sin aprobarse por la Unión Europea. El “doble ciego”: hasta su aprobación no sabe si le dieron contenido de inmunización o placebo.
Desde el año pasado laboratorios Bayer trabaja en una vacuna contra el Covid: la CureVac. La empresa nacida en 1863 en Alemania pero convertida en multinacional y dividida en sociedades anónimas alrededor del mundo, cotiza en bolsas de Estados Unidos, Londres y de su país.
En febrero anunciaron que se prevé fabricar 160 millones de dosis en los primeros 12 meses del año. La fórmula aún no ha recibido la luz verde de los reguladores, pero el Gobierno alemán adelantó que estaba “en camino de ser aprobada en las próximas semanas”. Se encuentra así en la misma fase que la Sputnik.
CureVac comenzó los ensayos finales de fase III de su vacuna candidata a mediados de diciembre del 2020, con la participación de más de 35.000 voluntarios en Europa y América Latina.
“Preocupado por el faltante mundial de vacunas y específicamente por la salud de mis viejos, googleando y buscando información, me terminé anotando como voluntario para experimentar con la vacuna CureVac”, contó a Pulso con parsimonia ensenadense el director audiovisual Mario Verón.
Comenzaba el 2021 y la información sobre hallazgos de algún remedio que cure el virus comenzaba a construir una disputa política y comercial gigante entre las empresas mundiales, además de una campaña periodística feroz de desconfianza ante cual o tal país que la generaba.
El gobierno argentino firmaba el acuerdo con Rusia y con China, para importar dosis de Sputnik y Synopharm, mientras se dilataba el arreglo con Estados Unidos, México e India.
“Había un déficit a nivel mundial y encontré en enero que se lanzó una convocatoria para la CureVac”, prosiguió Mario. Se anotó allí y a mediados de febrero le llegó la citación para la primera dosis en el Hospital Evita Pueblo de Berazategui. “Me presenté allí y me inocularon después de llenar un montón de planillas, declaraciones e ir con un testigo”, explicó.
Finalmente el 28 de abril volvió a ser citado y le inyectaron la segunda dosis. Según los datos que se conocen hasta el momento la vacuna de CureVac ha demostrado protección frente a la variante B.1.351, conocida como de Sudáfrica.
Se trata de una vacuna que, al igual que las desarrolladas por Pfizer y Moderna se basa en la tecnología de ARN mensajero. La principal ventaja que presenta es que su conservación puede realizarse de forma óptima en neveras convencionales lo que facilitaría sin duda su distribución. La pauta de administración es de dos dosis que deben ser administradas según la información del fabricante con un intervalo de cuatro semanas.
¿Vacuna o Placebo?
Mario no sabe aún si el contenido de las 2 vacunas que le dieron en el Evita Pueblo tenían contenido de dosis contra el Coronavirus o simplemente Placebo. “Son ensayos experimentales que lo llevan adelante todas las vacunas, se llama doble ciego”, explica. “Yo no sé lo que me aplicaron, si es vacuna o placebo, el médico tampoco sabe qué me aplicó. No lo veo yo ni lo ve el médico”.
Finalmente, tras un número de aplicación se le hace un seguimiento de sus síntomas, si le sucede algo con la vacuna, o el placebo.
Los sobres con la información final se abrirán cuando la Unión Europea apruebe la vacuna. Hasta ahora la Agencia Europea de Medicamentos aprobó 4: la Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford-AstraZeneca y Johnson & Johnson, sin embargo aún no aprobó la rusa Sputnik V ni las chinas Sinovac y Sinopharm. La CureVvak espera esto para empezar la cadena de comercialización.
“Hay una carrera farmacéutica enorme. Hasta que no se liberen las patentes seguirá muriendo gente en nombre de la propiedad intelectual, liberen las patentes”, opinó Verón en sus redes sociales el día que le dieron la segunda dosis.
“Al principio hubo faltante de voluntarios, se podría haber juntado mas gente, pero hubo falta de información”, expresa Mario y agrega que fueron unos 800 en Buenos Aires y a nivel mundial 36 mil voluntarios, las convocatorias se cerraron a principios de abril y ya se cerraron, y el recorte de población fue entre los 18 y 60 años, cuenta.
Durante estos meses, mientras se espera, les va llegando a los voluntarios algunas encuestas mediante una aplicación en sus celulares.
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