fbpx
16.7 C
La Plata
jueves 25-04-2024

C´est La Vie: una casa cultural y una comunidad de artistas

MÁS NOTICIAS

El espacio, que nuclea a músicos, productores y consumidores de arte, cumplió siete años como cuna de proyectos. Pulso Noticias habló con su creadora y también con quienes se sienten parte de esta forma de entender la autogestión

Por Facundo Montiel

El teléfono suena una y otra vez. “Perdón, estoy atendiendo gente y vinieron a poner luces al escenario”, se excusa Naty Soulé, con Teodoro, de siete meses, recostado en sus brazos. Está en C´est La Vie (55 entre 17 y 18), una casa cultural, que es la casa de muchos y muchas, donde ella limpia, organiza, gestiona y pasa la mayor parte de su vida. En ese, su lugar en el mundo, los fines de semana tocan bandas, se presentan libros y cada una de las artes tiene su lugar. De lunes a viernes hay talleres: de teatro, de escritura, de dibujo…. Suceden muchas cosas en C´est La Vie, uno de los pulmones de una ciudad que respira cultura.

“Pasa rápido el tiempo”, dice Naty, que este mes cumplió siete años con su proyecto, al que se niega a llamar “centro cultural” (“¡es un hogar!”) y que la une a una inmensa red de artistas, gestores y consumidores culturales. “Se ha generado una comunidad alrededor. En estos siete años, ante la falta de apoyo oficial, nos hemos tenido que sostener entre nosotros. Músicos, gestores culturales, productores, comunicadores; nos contenemos en este espacio y nos hacemos el aguante”.

Hace mucho, en su sede anterior, entraron a robar. Se llevaron todo: bicicletas, computadoras, la plata para el alquiler. También tenían un vecino, “un poco loco”, que tiraba botellas sobre el patio desde un edificio. Naty confiesa que a veces quiso flaquear, pero siguió. “Si me preguntas qué implica más trabajo, ir todos los días a una oficina a trabajar o ponerse uno mismo los límites y objetivos, creo que esto es más difícil, requiere mucha disciplina y voluntad. A veces me canso, me agoto, pero amo hacer lo que hago y no podría hacer otra cosa”, asegura Naty.

El saldo es positivo, no hay dudas. Entre los recuerdos más lindos Natalia menciona a Boom Boom Kid, que se presentó apenas el espacio había abierto sus puertas. También recuerda a Hoppo (Rubén Albarrán, de Café Tacuba), sentado en el medio de la sala, rodeado, en silencio, entre velas y acordes. No hubo micrófonos ni parlantes, solo la voz humana y decenas de personas compartiendo un rito, “una experiencia sublime”. Sin embargo, de las muchas historias vividas en la casa durante estos siete años, hay un momento que le gana a todos, que no se lo olvida más: “El nacimiento de mi hijo”.

La comunidad
Rodrigo Dorrigo es amigo de la casa, y muy amigo de sus amigos. Uno de esos “consumidores” de la cultura que se emociona por “haber crecido con esta gente, y seguir acompañándonos. Compartimos miles de momentos, bailes y risas”. Para él, C´est La Vie es “una familia, como el lugar donde me crié”, pero también supo ser un refugio. En abril de 2013 Rodrigo lo perdió todo, literal: “Me inundé hasta la cabeza”. Esa misma noche, agregó, “nos juntamos, casi autoconvocados, en la casa de 55. Me acuerdo que estábamos en el patio, todos con una pinta de embarrados, los pelos duros, cansados. Pero terminamos a las risas, brindando porque estábamos bien y dándonos buena vibra”.
Para Salvador Rodavlas también fue un refugio, pero en otro sentido. “C´est La Vie es una de las casas pioneras en La Plata, que tuvo la energía de renovarse. Yo trabajé ahí un año, mucha gente pasó por ahí desde el lugar del trabajo, y fue muy importante, porque cobrábamos por lo que hacíamos. En otros lugares ese debate llevaba más tiempo, pero Naty, que es el corazón del proyecto, siempre lo tuvo claro, sabe lo que cuesta vivir del arte”.

Chapi Barresi, actor y reconocido improvisador platense, coincide: “Tuve la suerte de acercarme desde distintos lugares, como público, yendo a ver bandas, y como artista. Conocí el buen trato que tienen, con una conciencia muy clara de que somos trabajadores de la cultura, y ellos apuestan a eso, a reivindicar nuestro laburo, porque saben que muchas cosas se pueden transformar desde el arte”.

Ambos, Chapi y Salvador, destacan algo en común: la calidad y variedad de la propuesta. “Siempre tuvo la particularidad de juntar muchas disciplinas, con la riqueza que eso conlleva”, dijo Salvi, y Chapi agregó: “Es un espacio característico que permitió que aparecieran un montón de otros lugares y otras posibilidades de creación de espacios en esta ciudad. El concepto de esta casa cultural es muy interesante, porque se piensa desde la conexión y la coordinación con otros. No desde la competencia, sino desde la hermandad”.

Por audios de Whatsapp o mensajes de texto, todos quieren opinar sobre C´est La Vie. Se sienten convocados. Sin saberlo, Naty Soulé, del otro lado del teléfono, coincide en todo, o al menos en lo fundamental. Asegura que su objetivo es el mismo que cuando dejó la megaempresa donde trabajaba y se lanzó a lo nuevo, siete años atrás: “Quisimos generar un hogar para las distintas disciplinas, pero también para las personas. Queríamos que lleguen acá y se sientan queridas, cuidadas. Y aún hoy lo intentamos, siempre”.

Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.

spot_img
spot_img