En una nueva edición de Café Najnudel, organizado por la Asociación Platense de Básquet, nos encontramos con dos entrenadores referentes en la elite del básquet nacional
Por Manuel Bikauskas
Por un lado, Silvio Santander, asistente de Sergio “Oveja” Hernández en la Selección Argentina, recientemente contratado como técnico principal de San Lorenzo de Almagro. Por otro, Gonzalo Eugenio García, actualmente técnico principal Boca Juniors, quien también tiene experiencia como asistente en la selección albiceleste.
En los primeros momentos de la charla, se reflexiono acerca del contexto actual y la incertidumbre que genera la pandemia. Los clubes están a la espera de los protocolos de la Secretaría de Deportes, a la par, un mercado de fichajes muy atípico y los técnicos imaginando las futuras etapas de preparación. Ambos invitados entendieron que, “esta pandemia elevó la vara del entrenador argentino, en temas como la estadística avanzada, idiomas, coaching, lo que tenemos no nos alcanza, y ese es el motor que nosotros necesitamos”.
Partiendo de la preparación a partir del contexto, surgió el disparador para compartir las experiencias, de los entrenadores invitados, en la Liga Nacional de Básquet (LNB). Silvio expresa que, “hoy en día, enfrento entrenadores que, podes ganar o perder, pero decís, esto me costó un montón, yo creí que tenía la receta para solucionar algo y el otro no me dejó, creo que hay una retroalimentación muy grande”.
Ambos coincidieron en que, una cualidad que distingue al entrenador argentino, es considerarse, durante mucho tiempo de su carrera como, un aprendiz permanente. Entendiendo que hay miles de entrenadores muy capacitados en todo el mundo y en toda América, Gonzalo opina, “quizás lo vivimos de una manera distinta, por idiosincrasia, lo que me dicen muchos entrenadores de otros países de américa, es que, ustedes entre los entrenadores argentinos se quieren, se respetan, no se tienen celos y envidia, aprenden unos de otro. Siempre tratamos de juntarnos, de tratar de que el entrenador novato se viva capacitando, ayudarlo, esas cosas son distintas en otros lugares.”
Adentrando la charla en las condiciones y posibilidades que los clubes presentan en nuestro país, dando cuenta de la situación de otros lugares, donde las realidades son más favorables para el desarrollo de las actividades en todo su esplendor. Ambos sostienen que en nuestro caso, hay mucho del amor de varios dirigentes en la búsqueda de impulsar el desarrollo. “Nosotros hacemos deporte a través de los clubes, cuando los demás lo hacen a través de organizaciones profesionales o en algunos países universidades. Nosotros le estamos pidiendo al club, lo que de algún modo el Estado no les asegura, en muchos lugares no tenemos la política deportiva y no tenemos sustento para que un club se sostenga”.
Como se mencionó anteriormente, ambos tienen experiencia como asistentes del seleccionado nacional, a lo cual explican su acompañamiento a entrenadores, como a jugadores de primer nivel mundial. Silvio, resalta una frase dicha por Sergio “Oveja” Hernández, “Acá en la selección hay que colgar el ego en una percha”. A lo que agrega, “no podemos ponernos nosotros en un escenario de soberbia, así que esa consulta o feedback que tenemos con ellos es permanente, porque la realidad es que hay tipos que son súper profesionales, que saben lo que quieren, la diferencia acá las hicieron los entrenadores.”
Ambos, como entrenadores principales, ante la gran variedad de especializaciones que hay, resaltan lo que creen crucial a la hora formar un cuerpo técnico. Entendiendo que su trabajo como entrenadores gira en torno a trabajar y gestionar un cuerpo técnico, mientras más profesionales a cargo de cada materia, él técnico tendrá más comodidad para focalizarse en su trabajo específico.
Gonzalo brinda una reflexión para los jóvenes entrenadores en formación. “Abarcar todo lo que puedan, no recomendaría que se especialicen en algo puntual, después, la capacidad de trabajo en un área particular los va a ir llevando a la especialización. Creo que tienen que arrancar aprendiendo de todo, técnica, táctica, idioma, tecnología, coaching, todo”.
Desde su rol formativo, ambos entienden que, depende de ellos tomarse el tiempo para acompañar y forzar el espacio en los clubes, además del que ya hay, para la formación de los jugadores jóvenes, además deducen que el nuevo formato de la LNB, no va de la mano con esta idea. “Me parece que, evidentemente, con el nuevo formato de liga, con tantos partidos, tantos viajes, los tiempos cada vez se acotan más, pero hay que forzarlo, hay que tratar de tomarnos el tiempo. La competencia tiene que armonizar el sistema de entrenamiento”, agregó Gonzalo.
Silvio hace hincapié sobre el concepto de mejora que debe acompañar a los jóvenes en dicha formación, “hay que pulir todo al máximo detalle, pero después elevar la ejecución, esos jóvenes van a enfrentar jugadores más grandes que ya tienen otro oficio, entonces se tienen que destacar en eso, en pulir la técnica y hacerlo a mejor ejecución”. A lo que Gonzalo destaca otro aprendizaje, “no trasladarle toda esa ansiedad, toda esa frustración que uno siente, pasárselo a los jugadores. Todo ese nerviosismo, esa locura, y a lo mejor los jugadores no lo sienten como uno, les pasa por otro lado. Aprendí a equilibrar eso, para pasarla un poco mejor yo, y crear una armonía colectiva que capaz, antes no conseguía”.
Finalizando está charla, se resalta la idea de sentirse representados como grupo a partir del juego colectivo. Reforzando una idea en torno a la formación de jóvenes, Silvio comenta que, “En nosotros está no considerarse entrenador profesional en el trabajo con las categorías formativas. Tengo que seguir contribuyendo a un seguimiento individual que tengo con ese jugador, y me tocará hacer lo que tenga que hacer. Porque si saltamos procesos de enseñanza, son esponjas, todo lo que les digamos lo van a tratar de absorber, y quizás estamos nosotros más apurados por el atajo, que el jugador. Eso hay que tratar de complementarlo en los clubes”.
Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.
