Se registran decenas de muertos y desaparecidos. Las tareas de rescate fueron suspendidas por nuevas erupciones
El pasado domingo, el Volcán de Fuego rugió y estremeció a Guatemala. Más de 75 muertos, cientos de desaparecidos y el pánico general son los resultados provisorios de esta nueva tragedia en tierras centroamericanas. En las últimas horas, las tareas de rescate y búsqueda de sobrevivientes en el poblado El Rodeo y en la zona afectada debieron ser suspendidas por nuevas erupciones.
Las imágenes que se difundieron son impactantes y muestran primero la irrupción de una columna de humo y luego, antes de que la ceniza alcanzara a cubrir todo el cielo, la lava descendiendo por la ladera del volcán, avanzando hacia los pueblos cercanos y calcinando todo a su paso: plantas, casas y personas.
David de León, vocero de la Coordinadora para la Reducción de Desastres (Conred), confirmó que, tras las erupciones del martes 6 de junio, siete comunidades fueron evacuadas, y agregó que, según el análisis de expertos, se podrían registrar nuevos flujos de piroclásticos, compuestos por ceniza, lodo, agua, palos y rocas que descienden desde la cima del volcán, de 3.763 metros de altura y situado a 35 kilómetros de la capital.
Pulso Noticias pudo contactarse con un habitante de la zona, quien aseguró que, pese al drama y a la magnitud de la tragedia, existe una cierta resignación de la población ante los desastres naturales, recordando que Guatemala sufre no solo las erupciones de sus volcanes activos, sino también periódicos sismos (por estar ubicado sobre dos placas tectónicas) y los coletazos de los huracanes que afectan a la zona del Caribe.
En breve, una crónica con el testimonio y los detalles de lo que sucede en el país latinoamericano…
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