Se agrava la crisis alimentaria en La Plata

Un relevamiento del Consejo Social de la UNLP indica que la cantidad de alimentos recibidos en los comedores son insuficientes, pero la cantidad de familias que asisten sigue en aumento. A su vez, la mayor parte de la comida entregada por el Estado es la de menor valor nutricional. Afirman que el Municipio mira para otro lado

El Consejo Social de la Universidad Nacional de La Plata presentó esta mañana en el Edificio Sergio Karakachoff el Segundo Informe sobre Demanda y Acceso a Alimentos en espacios de distribución vinculados a organizaciones sociales de la ciudad.

Este relevamiento es una actualización y ampliación del que la casa de estudios había realizado en el segundo semestre de 2018. En esta oportunidad el estudio alcanzó a 155 Sitios de Distribución de Alimentos (SDA), denominación que se utiliza para referirse tanto a comedores, merenderos o copas de leche. Se trata de “puntos geográficos concretos que reciben la demanda de familias e individuos que no pueden acceder a la alimentación diaria por sus propios medios”.

La situación alimentaria, comparada con el informe del año pasado, no tuvo mejoras en absoluto. En todo caso, empeoró al igual que los índices de pobreza e indigencia, que según los últimos datos difundidos por el Indec alcanzan en la región al 31,9% y el 6,5% respectivamente.

Esto indica que no hubo ningún accionar del Estado provincial o municipal para modificar la situación. En ese sentido. Luis Adriani, uno de los integrantes del Consejo y encargado de realizar la presentación de los datos, remarcó que si bien el estudio del 2018 fue presentado a los funcionarios correspondientes “los ámbitos de Gobierno se fueron corriendo del vínculo con el Consejo, en particular la Municipalidad”.

Los datos

El relevamiento se realizó en dos etapas: la primera en los meses de mayo y junio y la segunda en septiembre. Según se pudo documentar, la mayor proporción de los SDA se asientan en Melchor Romero, seguido de Olmos, Villa Elvira y San Carlos. Esto coincide con localidades más densamente pobladas del Gran La Plata, la mayoría de las cuales registran problemáticas significativas en sus condiciones socioeconómicas y de hábitat.

A su vez, otro dato significativo es que el 57% de los mismos abrió sus puertas entre 2016 y septiembre de 2019, mientras que un 21% se inauguró en 2015 y un idéntico porcentaje antes del 2009.

En torno a las preguntas realizadas sobre la población que acude a estos sitios, en el 90% de los casos aumentó la cantidad de asistentes, en un 10% se observó estabilidad y en ningún caso disminuciones. “Es importante destacar también el hecho de que los adultos deban recurrir a los SDA para garantizar sus comidas”, señala el informe y agrega: “esto refuerza el hecho de que la situación de crisis alimentaria es transversal a todos los integrantes de las familias en los barrios populares”.

A su vez, el estudio indica que la mayoría de los SDA cubren la merienda, seguida por el almuerzo. Según indicaron en la presentación, esto en parte se debe a que la merienda en muchos casos cumple también la función de cena.

En tanto, el relevamiento también indagó sobre la forma en la que se entrega la comida. La mayoría de los lugares combina el espacio del comedor para que las familias puedan comer ahí con la entrega de viandas para que se las lleven a sus hogares. “Se ha podido constatar que la entrega de viandas está asociada a la disponibilidad de espacio de cada SDA respecto al incremento del número de personas que requieren alimentos”, remarcan desde la UNLP.

En cuanto a la cantidad y qué tipo de alimentos se reciben en los comedores, la investigación revela que los alimentos especificados en la lista fueron: aceite; arroz; azúcar; harinas; legumbres; leche; carnes; huevos; verduras; frutas y lácteos.

Como puede observarse en el siguiente gráfico casi el 100% de los SDA reciben Aceite, Arroz, Azúcar, Harinas, Legumbres y Leche. Estos porcentajes van disminuyendo cuando se hace referencia a los denominados productos “frescos”, en particular carnes, verduras y frutas, lo que habla de la baja calidad nutricional de la comida que el Estado brinda a los comedores.

“En todos los productos se aprecian porcentajes significativos de SDA que dan cuenta de cantidades insuficientes de alimentos recibidos, destacándose justamente los frescos donde prácticamente el 100% de los SDA considera que los recibos de estos alimentos son insuficientes”, asegura el estudio.

En ese sentido, se señala que “los alimentos predominantemente usados son aceites, harinas, azúcar y leche en polvo (estos dos últimos en razón de que la mayoría de los SDA ofrece merienda), seguidos por fideos, legumbres y huevos. En cambio, carnes, verduras, frutas y lácteos son los alimentos menos utilizados por tratarse de los que menos reciben los SDA. Esta situación es muy similar a la registrada en el relevamiento de 2018”.

“Teniendo en cuenta la información sobre la suficiencia/insuficiencia de los alimentos recibidos en los SDA, ninguno de ellos informa que recibe suficiente cantidad de alimentos, lo que implica un fuerte déficit de provisión de los mismos. Sólo se registran dos casos de valores de suficiencia referidos a los únicos dos SDA que reciben leche fluida y lácteos”, se explica en la investigación.

En la presentación, los representantes del Consejo Social remarcaron que existen una serie de propuestas de la UNLP para poder vincular a los comedores con los productores de alimentos de la zona, y poder abastecer desde ahí con comida de mayor valor nutricional. Sin embargo, afirman que desde el Municipio no han contemplado hasta el momento ninguna de estas propuestas.

Redacción Pulso

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