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martes 23-04-2024

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Los hinchas de Gimnasia que quieran ir a ver a su equipo el sábado deberán pagar $800 mientras que los de Aldosivi para venir a ver al Tiburón ante el Pincha, $500. Un precio demasiado alto teniendo en cuenta la crisis que atraviesa el país, los pobres espectáculos que se brindan y el maltrato policial

Por Lucas Mazzuca

La Agencia de Prevención contra la Violencia en el Deporte (Aprevide) confirmó que los cinco partidos de la Superliga que se jugarán en la Provincia de Buenos Aires durante el próximo fin de semana podrán ser con hinchas visitantes. Por ende, Gimnasia tendrá apoyo el sábado en cancha de Lanús mientras que Estudiantes recibirá hinchas de Aldosivi el domingo.

Sin embargo, los hinchas del Lobo que quieran ir a ver a su equipo sólo podrán hacerlo ubicándose en una platea del estadio Granate pagando por eso ni más ni menos que $800. De inmediato los Triperos manifestaron su descontento por el elevado precio de las entradas ya que será la primera vez en años que podrán acompañar a su equipo por el torneo local. Las caravanas a Mar del Plata y Mendoza del año pasado o la del último sábado a Temperley fueron cotejos por Copa Argentina donde si se pueden jugar partidos con ambas parcialidades. Como si se tratara de otro país, otros equipos u otras hinchadas.

Un precio sin razón de ser

Que un espectáculo tan popular como el fútbol argentino tenga las entradas más baratas a $800 es un disparate por donde se lo mire. Pero es aún peor cuando los hinchas sufren la violencia policial que siempre se impone aunque no se genere ningún disturbio. A veces da la sensación de que se trata más de justificar su presencia que de otra cosa: filas interminables, cuatro o cinco cacheos, prohibición de entrar encendedores y otros objetos, represión, gases lacrimógenos y caballos que por no encontrarse en su hábitat natural se descontrolan, son algunos ejemplos del maltrato que sufren por parte de quienes deberían cuidarlos. En el medio, mientras al hincha se le prohíbe por poco respirar, el barrabrava ingresa rápido con bombos, banderas y trompetas.

Otro de los argumentos para no pagar $800 tiene que ver con la precariedad que reina en los estadios del fútbol argentino. La gran mayoría de los baños y más de los que son para los visitantes no pasarían ninguna prueba de seguridad e higiene. Caños explotados, la orina que sobresale de los mingitorios e inodoros y algunos que ni siquiera tienen luz y agua.

También, suena ilógico pagar ese precio por un espectáculo que dura solamente 90 minutos. Ni siquiera el recital de música más caro del mundo ofrece tan poco en relación al tiempo y el precio: suelen haber otras bandas teloneras con los que se hacen más largas la jornadas.

Para colmo, el traslado de hinchas de una ciudad a otra perjudica a miles de vecinos a los cuales ni siquiera les gusta el fútbol. El operativo policial suele cortar las calles para que los colectivos se desplacen más rápido a la vez que históricamente se han producido distintos hechos de violencia como robos a negocios cercanos a los estadios o bien enfrentamientos de algún tipo entre hinchas de diferentes equipos.

Siempre prohibir, nunca educar

Desde los organismos de seguridad siempre se tomó el camino más corto. Hace más de una década que los simpatizantes argentinos no pueden llevar papeles cortados para arrojar desde la tribuna cuando ingresan sus equipos. En algún momento solo se podían ingresar banderas de dos metros por un metro largo y ancho y últimamente la prohibición de los hinchas visitantes. Ni hablar de lo mencionado anteriormente como es el caso de los encendedores para no arrojarlos, lo cual suena ilógico que quien quiera arrojar un objeto contundente puede llevar un celular que no le funcione y no tendría impedimento para ingresarlo. Todo esto se dice que es para evitar hechos de violencia. Sin embargo, nada cambió en la sociedad futbolera con este tipo de medidas. Sigue siendo el mismo nido de maltratos.

Ahora bien, mientras el hincha común paga justo por pecadores, quienes nunca recibieron ninguna sanción son los organismos de seguridad. Desde hace tiempo los partidos se juegan con operativos que rondan entre los 600 y los 1500 efetivos policiales y a pesar de que de un momento a otro solo iban hinchas de un equipo se siguió optando por esa misma cifra.

Fútbol y política

Si bien suele decirse que está prohibido relacionar al fútbol con la política está más que claro que esto no es así. No es casual que en un año en el que se decidirá el futuro político del país se tome la decisión de que en tantos partidos vuelva el hincha visitante. De esta manera serán varias las personas que creerán que en materia de seguridad el país marcha mucho mejor.

Por otro lado llama la atención que un club como Lanús, cuyo presidentes es Nicolás Russo vinculado al “Frente de Todos” y a Sergio Massa sea quien tome la decisión de una medida antipopular como esta de cobrar 800 pesos por un partido ¿buscará oponerse a la medida de que vuelvan los visitantes?

Partidos con visitantes

Racing – Unión, el viernes a las 21.

Lanús – Gimnasia, el sábado a las 17.45.

Estudiantes – Aldosivi, el domingo a las 11 (entradas a $500)

Defensa y Justicia – Independiente, el domingo a las 17.45.

Arsenal – Banfield, el lunes a las 19.

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