Se identifica como trans torta, trapera, productora y trabajadora sexual. En esta entrevista nos cuenta su historia, habla de su vínculo con Sara Hebe y dice: “la música tiene que ser libre”. Hoy a la noche en Laberinto Casa Club.
Un millón de piedras vuelan por los aires de la plaza Dos Congresos. Por primera (¿y única?) vez en la gestión Macri, las balas tienen respuesta. Esa tarde de corridas y gases de diciembre de 2017 se paró la reforma provisional y se gestó A.C.A.B., canción del último disco de Sara Hebe y colaboración entre la rapera y Sasha Sathya que empieza así: “Nadie se suicida en una comisaría, yo abortaría por si se hace policía”.
“En vivo la gente explota con el tema”, dice Sasha, artista trapera trans torta MC y productora que este viernes desde las 23 horas presenta en Laberinto Casa Club su primer disco, Rebeba Mixxxtape. Antes, habló con Pulso noticias del evento, llamado “Te pasa por atrevida”, pero además de lo que implica nacer y vivir en el conurbano, de las marcas de su identidad en el cuerpo, del camino de la música cuando no hay recursos y de las luchas de una artista que también se define como trabajadora sexual.
Agradable o libre
Hace algunos años, Sasha tocaba la guitarra, estaba en bandas, la invitaban a cantar, pero ella quería otra cosa. No se animaba. Quería incursionar en la música urbana, electrónica, digital, con elementos como los sintetizadores, “pero no tenía una computadora, ni donde vivir”, cuenta. Empezó a experimentar con recursos prestados, subiéndolo a sus redes sociales y la respuesta fue muy buena. Tuvo ofertas de productores, todos varones cis que le decían lo que estaba bien y lo que estaba mal en sus estudios de grabación, y que le proponían “acordes agradables”.
“Si hay algo que no me interesa es ser agradable en lo musical, para eso está la vida. La música tiene que ser los más libre que pueda una pensar. Hay códigos, tengo premisas en la cabeza, pero no voy a hacer lo que otras personas quieran”, aclara. Ahí entendió: “Tenía la necesidad de hacer algo con una profundidad política. Necesitaba que mi carrera solista tenga un sentido de autonomía y trabajar con productores era contrapuesto a lo que sentía que necesitaba”.
“Conurbánica”
Burzaco, Lomas de Zamora, Moreno, Flores. Zona sur o zona Oeste, también en Capital. Transitó por muchos lugares, pero Parque San Martín fue su cuna hasta los 12 años. Vivía a metros del Estadio de Deportivo Merlo, con todas las cosas que allí pasaban: “robar, vender, cuidar autos, las corridas, la policía, los bombos, la hinchada. Lo musical y lo hostil que tiene todo eso. El lugar donde vivis tus primeros años va siendo parte de tu cuerpo, lo llevas a donde vayas. Pero me tuve que ir para vivir y experimentar mi sexualidad”.
Sasha Sathya siempre se sintió mujer. Le gustaba probarse vestidos, jugar con las cosas de su mamá o su hermana mayor en la soledad de su casa, llena de libro y música. Ese contraste se nutrió cuando marchó a capital y se excitó con sus noches, con su anarquía y con su gente, también del conurbano pero en versión escape. Se dio cuenta que “había otros mundos más allá de Merlo”. La música y la calle, por ejemplo.”Tengo un cariño especial por Constitución, por las experiencias de la noche.Allí salí del closet de un montón de cosas, es un barrio habitado por comunidades trans, por migrantes, es fascinante”, reveló.
Ante la prensa y ante el público, Sasha se presenta como artista trapera y trabajadora sexual. “Tiene que ver con ubicar mi contexto, decir lo que hago. Nací en el sur del mundo y soy transgénero. Eso también es parte, tiene que ver con mi vida. Además, no podría ser otra cosa que no sea trans. Intenté bastante tiempo no serlo, pensé que podría encontrar alguna forma de no ser nada, pero tenía que ser algo. Y siempre fui un fracaso, ni varón ni mujer. En ese entonces, claro, lo no binario no estaba tan debatido”, explica, y se explaya: “no pude cumplir con ciertas expectativas por haber nacido con pene. Entonces, mi forma de fugar fue habitar el mundo desde un lugar diferente, desde otra identidad. Y abracé la feminidad”.
En sus canciones habla de “las putas y las travas, las más expuestas a la brutalidad de la policía”. De lo que le pasa y basicamente de lo que quiere. Sin restricciones, porque para ella eso es la música y la libertad.
Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.
