La banda, cuyos integrantes viven en La Plata, Tres Arroyos y Buenos Aires, presenta Ansiedades, su primer trabajo, este sábado en Guajira. “La ciudad marca lo que haces”, dijo a Pulso Noticias el guitarrista, Santiago Echeverría
¿Cómo es hoy tener 19 años y plantarte sobre el escenario, sacar un disco, soñar una carrera? ¿En quienes te miras y proyectas? ¿Cómo se construye la impronta de las bandas nuevas?
Arlequines es una de esas bandas, nacida en 2016, que quiere recorrer un camino que no tenga fronteras, ni etáreas, ni físicas, ni musicales: sus integrantes tienen entre 19 y 29 años, viven en tres ciudades distintas (La Plata, Tres Arroyos, Buenos Aires) y acaban de sacar su primer disco, Ansiedades, donde se apoyan en el rock (sin renegar de sus variadas influencias) para hablar de lo que les pasa en una sociedad que no detiene su ritmo frenético.
“Estamos contentos porque nos costó mucho llegar al concepto del disco. Las ansiedades es el hilo conductor, que habla de algo muy común en la sociedad en la que vivimos, donde el estress se come la vida de las personas”, dijo a Pulso Noticias Santiago Echeverría, guitarrista y representante del grupo, quien presentará el disco este sábado a las 21 horas en Guajira junto al resto de la banda: Emanuel Fredes en voz y guitarra, Matías Elcuaz en batería, Alan Nielsen en teclados y coros, Enzo Acosta en bajo y coros.
Santiago, estudiante de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNLP, contó que vivir en tres ciudades distintas y sostener la banda no es tarea sencilla, pero que intentaron hacer de eso una fortaleza: tienen más oportunidades de tocar, más públicos, más entornos que recorrer y bandas con las cuales compartir. Claro que, aclaró, “tuvimos que trabajar nuestras relaciones, porque quienes estamos viviendo en ciudades grandes, como Alan y yo, llevamos otro ritmo de vida. La ciudad también marca lo que hacés. Estábamos desfazados con los tiempos, pero priorizamos el grupo, somos una familia”.
En lo musical, el recorrido de los integrantes de Arlequines también es diverso: “el bajista viene de la música brasilera, Alan de música más académica, y el resto somos de un palo más rockero. Pero salimos a la cancha juntos, y esas influencias interactúan en nuestra vida y en nuestra música”, señaló Echeverría. En el disco comparten una canción con Pepo San Martín, de Científicos del palo, banda con la que compartieron recitales en Tres Arroyos, charlas y anécdotas de madrugada en la casa de Matías.
“Esas charlas de noche son muy nerds, de músicos, nos interesa nutrirnos y aprender, ver qué tienen en cuenta a la hora de tocar en vivo, entender más sobre la cuestión de la producción, cómo hacen para llegar ahí, donde están. Saber cual es el recorrido”, dijo el guitarrista.
La canción que comparten con Pepo San Martín habla de los desaparecidos de Tres Arroyos, de esas historias que merecen ser contadas para no repetirse. Eso también es parte del legado que los jóvenes, y las bandas jóvenes, retoman y hacen propio para que la rueda siga girando. Sin fronteras, para un rock con pasado, presente y futuro.
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