Es el primer argentino en conseguir el máximo galardón a nivel gastronómico. De trabajar de ayudante de cocina en Durango a ser el dueño del tercer restaurante mejor rankeado del planeta
Corren los años 90 y en Durango, un restaurante de La Plata, el joven Mauro Colagreco es ayudante de cocina. Aunque no parezca, mientras pela papas y pone milanesas en el horno, se está preparando para ser uno de los chef más reconocidos del planeta. Casi 20 años después, y gracias a su labor en su restaurante Mirazur – ubicado en la Costa Azul de Francia y rankeado como el 3º mejor del mundo – acaba de conseguir su tercer estrella Michelin, máximo galardón a nivel gastronómico.
Mauro recibió el reconocimiento esta tarde en Salle Gaveau de París. Emocionado, el chef de 42 años subió al escenario para lucir su chaqueta con las flamantes tres estrellas. Allí agradeció a su esquipo, a su familia, y a su país, ante los ojos de un severo jurado que exige “una cocina excepcional, una mesa que valga la pena”.
Lógico que para llegar a este presente consagratorio tuvo que hacer mucho más que milanesas con papa fritas. En su multipremiado restaurante Mirazur, ubicado en las costas del Mediterráneo, este egresado del Normal 1 trabaja alrededor de 15 horas por día. El tiempo se le pasa entre la producción, el diseño de los menús diarios – trabaja sin carta- y en la administración del lugar.
Allí tiene una huerta con más de 40 variedades de tomates, y el pescado que sirve va literalmente del mar a la mesa: los pescadores le envían por Whatsapp las piezas que acaban de sacar del agua, y luego se las acercan hasta su muelle. En función de la pesca diaria, el chef platense determina el menú. Sus manjares han sido probados por personalidades de la talla de Mónica Bellucci, entre tantas otras.
Aunque esta nota sugiera que Mauro un día estaba de ayudante de cocina y al otro párrafo ya era dueño del 3º mejor restaurante del mundo, lo cierto que tuvo que trabajar fuerte y duro para vivir este presente. En condiciones económicas adversas, y aventurándose en proyectos que a priori parecían imposibles, este platense supo armar un restaurante de excelencia y ganarse un renombre en el selecto mundo de la gastronomía.
El premio que acaba de conseguir es el desvelo de cualquier chef de talla internacional. De hecho, uno de sus maestros, el cocinero francés Bernard Loiseau, se suicidó en 2003 cuando algunos artículos periodísticos indicaban que su restaurante podía perder su estatus de tres estrellas Michelin.
Su talento para el arte culinario supo combinarlo con buena visión para los negocios. Hoy, además de Mirazur, tiene emprendimientos gastronómicos en París y en China. En La Plata es dueño de la hamburguesería Carne.
Somos un medio de comunicación cooperativo que se conformó luego de los despidos ilegales en el diario Hoy y en la radio Red 92 de La Plata, sucedidos a principios de 2018.
Sin laburo y con la intención de mantener nuestros puestos de trabajo, un grupo de periodistas, correctorxs, fotógrafes, locutorxs, productorxs audiovisuales y diseñadorxs decidimos organizarnos de forma colectiva.
