España está convulsionada. Ayer, un niño de dos años cayó en un pozo angosto de cien metros en una localidad del sur del país y desde entonces la nación está en vilo para conocer las novedades del caso.
Un centenar de efectivos trabajan sin descanso y con cámaras para rescatar al pequeño. “Continúan las labores de los servicios de emergencia para acceder al fondo del pozo donde a primera hora de la tarde del domingo cayó un niño de dos años en Totalán, Málaga”, escribieron hoy en su cuenta de Twitter los servicios de emergencia de Andalucía.
Hasta ahora se localizó en el pozo, un agujero de prospección para buscar agua de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de largo, una bolsa de golosinas que tenía el niño, según indicó María Gámez, subdelegada del gobierno en Málaga, quien agregó que la complejidad de las labores “es alta” por las características del terreno. “Sigue cayendo material que se compacta, es húmedo, la zona es fría, en definitiva no es fácil seguir rastreando”, dijo.
La operación es seguida de cerca por los medios españoles y provocó numerosos comentarios en las redes sociales, incluso del presidente del gobierno, Pedro Sánchez, quien dijo en Twitter compartir “la angustia de la familia del pequeño” y pidió mantener “la esperanza en el mejor desenlace”.
El accidente
El 112 recibió poco tiempo después el aviso de la caída de un menor por un agujero en la zona del Dolmen del Cerro de la Corona.
Los socorristas lograron llegar a más de 75 metros de profundidad, donde se localizó una acumulación de tierra y se continúa trabajando. “El problema es que sigue cayendo material, se compacta, es húmedo, y la zona es fría… en definitiva, no es fácil seguir rastreando ahí”, explicó la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez.
“Estamos dedicando el máximo de nuestra energía y de nuestro esfuerzo por parte de Guardia Civil, de bomberos, de 112, Protección Civil… Todo el dispositivo está al máximo”, indicó la funcionaria, que ya cuenta con el ofrecimiento de numerosas empresas que están ofreciendo soluciones técnicas. Gámez aseveró que “se analizan todas las posibles y secuencialmente se prueban, dentro de lo menos agresiva para tener todo el cuidado posible. Todo el esfuerzo está puesto. No faltan ni medios humanos ni técnicos de lo que sepamos disponible”.
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