Fabián Rinaudo terminó su capítulo en Gimnasia. Este jueves, estando en su Armstrong natal, decidió finalizar con su vínculo y ni siquiera regresó a la ciudad de La Plata, lo que terminó siendo todo un indicio.
Teniendo en cuenta esto, se estima que estos días estará firmando su nuevo contrato con Rosario Central por las próximas tres temporadas. El monto de la operación es de USD 1.270.000 brutos, quedándole al Lobo una suma cercana a los USD 950.000.
“Es una decisión que va en contra de mi carrera. Me duele el estómago pero el club necesita vender. Estoy dejando una vida” dijo en diálogo con La Redonda.
Más allá de que no resulta conveniente su salida en lo futbolístico para el club ni tampoco es un salto en lo económico, ya que vender a su capitán y emblema en un millón de dólares baja demasiado su vara y su marca, es cierto que Gimnasia necesita el dinero y, mal o bien, la decisión final fue de Rinaudo. El jugador no cumplió con su palabra, cuando afirmó: “Es Gimnasia o la cosechadora”, haciendo alusión a que si no jugaba en el Lobo se iba a ir a trabajar al campo de su pueblo natal. También había dicho: “Gimnasia es como abrazar a tu vieja” y poca gente es capaz de dejar de abrazar a su madre por dinero.
También es cierto que probablemente la dirigencia haya incidido en la decisión que tomó el jugador. Sin embargo, ayer los hinchas del Lobo le demostraron todo el amor posible pidiéndole que se quede, a lo cual Rinaudo no hizo caso y hasta antes de decirle a los hinchas que se iba, ya le había dicho a Carbonari, mánager de Central, que estaba muy contento con su arribo al club de Rosario.
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