El sábado habrá ritmo y sabor en el Club Chacarita Platense y Pulso Noticias dialogó con el cantante de CHEL, grupo que da vida a la cumbia emergente de capital. Una fórmula que mezcla el barrio, la fiesta y la mística del rock
Por Facundo Montiel
La calle, los vecinos, las noches de verano. Si hay algo que vuelve a conectar a la gran ciudad con la nostalgia del pasado, es la fiesta en el club de barrio. Con la idea de retomar esa tradición, la productora platense Dale Guacho organiza este sábado “Salud, Cumbia y amor” en el Club Social y Deportivo Chacarita Platense (30 entre 73 y 74), con la promesa de hacer mover los pies y las caderas al ritmo de Jimmy y su Combo Negro, Los limones Jaidefiniyon y Cumbia Hasta El Lunes (Chel), exponentes de la cumbia emergente.
“Tratamos de hacer propio el género sin caretear nada. No somos de la villa, tampoco del country. Venimos de los barrios de Capital Federal y lo que hacemos es hablar de nuestra cotidianidad, de nuestras historias de vida y de lo que nos pasa y atraviesa”, dijo a Pulso Noticias Tomas Viano, cantante y compositor de Chel, agrupación surgida de La Paternal en 2012 que ya cuenta con dos discos y que viene animando, con sus fiestas y recitales, la movida porteña de los últimos años.
En esa combinación está, según el músico, el secreto de la banda: “Nuestro show tiene una mixtura de fiesta con recital de rock. Muchos bailan y se divierten, pero otros tantos siguen lo que pasa en el escenario cantando los temas. Eso nos gusta mucho, porque queremos que el baile empiece y no pare, pero también, al hacer nuestras propias canciones, nos emociona que se apropien de las letras. Esa es una herencia del recital de rock, la gente cantando es parte de su mística”.
Actualmente, Chel se encuentra preparando su próximo material, aunque la forma esté en discusión. Viano reconoce que el formato disco está en crisis, más aún en estos contextos donde “no hay un mango”. Por eso, han apuntado a sacar sencillos por las plataformas digitales, reforzados con videoclips producidos por ellos mismos donde muestran el barrio, con su gente y su idiosincracia, sellos de la banda. Entre un tema y otro, la crisis también fue tema en esta conversación.
“El baile es una de las maneras más viejas y sagradas de encuentro. En este momento, donde el discurso es sálvese quien pueda y la meritocracia se impone como pensamiento, se vuelve fundamental el abrazo, el baile, el festejo y la celebración”, aseguró Viano, quien junto a sus amigos y compañeros redobla la apuesta: “A la gente le cuesta el doble pagar una entrada, tomar algo, salir. Por eso van a ser importantes las movidas grandes que vaya a haber de aquí a fin de año, donde nosotros tenemos muchas fechas gratis, pensando en recuperar la calle y en el que no tiene un mango”.
Las crisis, sin embargo, no siempre son negativas. El feminismo, el pañuelo verde como símbolo de lucha y la interpelación de las mujeres ante la violencia patriarcal, han resonado fuerte en el ambiente de la música, dominado por hombres. Desde su lugar en Chel, banda de cumbia con ocho integrantes varones, Tomas reflexionó: “Hay un despertar de la conciencia ante actitudes que antes estaban naturalizadas. A todos, en este momento cultural y político, nos toca una revisión de nuestras actitudes, de nuestras formas de pensar y decir. Nadie está excento de una autocrítica, porque nadie está por fuera del sistema patriarcal. Y desde la banda intentamos ser consecuentes con ese pensamiento”.
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