La marea verde comienza a copar la costa chubutense. Trelew recibe el 33º Encuentro Nacional de Mujeres, y Pulso Noticias dialogó con la periodista de nuestra ciudad Gabriela Barcaglioni, quien ya se encuentra en tierras sureñas
Como todos los años, miles y miles de mujeres e identidades disidentes se congregan durante un fin de semana en una ciudad de nuestro país para debatir en asambleas las problemáticas que atravesamos. Así, experiencias colectivas, modos de relacionarnos con el cuerpo y con otras personas, y experiencias de cada rincón de la Argentina se encuentran y se transforman en un solo lugar. En esta ocasión, la ciudad elegida para desarrollar el 33º Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) es Trelew, provincia de Chubut.
Algunas mujeres ya se encuentran en la localidad sureña, otras están en la ruta, con ansias de llegar a destino. De La Plata y los alrededores ya salieron decenas de autos y colectivos preparados para recorrer los 1.345 kilómetros que nos separan de Trelew, lo que equivale a unas 22 horas de viaje.
El sábado por la mañana se realiza el acto de inauguración en el predio del Autódromo local, luego a partir de las 15, comenzarán los 73 talleres simultáneos, repartidos en establecimientos educativos, en las aulas de Escuelas Medias, facultades y bibliotecas. Más tarde, por la noche, como cada año, se realizarán diferentes veladas en la ciudad y el fuego se mantendrá prendido para no apagarse durante todo el fin de semana. El mayor punto de encuentro es la plaza principal, como todos los años, donde hay ferias, charlas, radios abiertas, y mucho más.
Al otro día, por la mañana, continúan los mismos talleres. De los 73 organizados, muchos se desdoblan y se triplica o cuadruplica la cantidad de comisiones debido a la “sobrepoblación” en las aulas. Por la tarde, junto a las coordinadoras de los talleres, se arma el listado de conclusiones a las que se arriba para luego centralizar las de todas y leerlas en el acto de cierre al día siguiente. Después de los talleres, el domingo por la tarde, se realiza la masiva movilización por la ciudad que recorre puntos emblemáticos de la lucha feminista.
Toda mujer que fue a un Encuentro Nacional sabe que regresa transformada. Sabe que es un espacio único, que se vive de una manera especial y no existen momentos similares. La potencia y la historia de los encuentros de mujeres fueron las que generaron la inmensa marea verde que reclamó este año frente al Congreso por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito; y las que instalaron la fuerza para pelear por la plena implementación de la Ley de Educación Sexual Integral. Fueron las que produjeron secretarías de mujeres y géneros dentro de cada gremio y de cada institución; y las que crearon protocolos para erradicar las violencias contra las mujeres dentro de las organizaciones e instituciones, y fortalecieron a esas mujeres para que denuncien los abusos y/o maltratos sufridos en algún momento de su historia. También fueron las que contagiaron al resto de las mujeres de América Latina a replicar estos encuentros “brujeriles” en otros países.
Se cumplen 33 años de autoorganizar estos encuentros masivos, los cuales año tras año crecen en participación, ya que año tras año las generaciones de mujeres que asisten son cada vez más. 33 años de denuncia contra el sistema patriarcal que oprime a las mujeres e identidades disidentes, y de crear nuevas formas de organización.
Trelew tiene unos 100.000 habitantes y se espera que durante el fin de semana arriben unas 70.000 mujeres, por lo que se distribuirán también en ciudades aledañas como Puerto Madryn y la capital chubutense, Rawson, que está a 17 kilómetros de distancia.
“Estuve dos días en Puerto Madryn, y ya se empezaba a ver grupos de mujeres recorriendo la ciudad. Nos reconocíamos por el pañuelo verde que llevábamos en la mochila”, contó la periodista platense Gabriela Barcaglioni a Pulso Noticias. Ella hace unos cinco días que viajó al sur para conocer y empezar a palpitar de cerca el ENM.
“Ahora ya estoy en Trelew, me crucé con grupos de mujeres muchos más grandes, se están viendo los primeros colectivos que llegan a la ciudad”, relató. Se calcula el arribo de unos 600 micros. “Caminé unos metros más allá de la plaza central, y se está vallando el edificio de la Municipalidad, las oficinas del portal de Belén y la Iglesia María Auxiliadora”, comentó Gabriela.
Durante los días previos, los grupos católicos y “pro vida” realizaron una fuerte campaña contra las mujeres feministas que llegarán a la ciudad, muchas veces instalando el miedo. Sin embargo, la “gente del lugar muestra sorpresa e interés por conocer qué es esto de los Encuentros Nacionales de Mujeres”, señaló Barcaglioni también integrante de la Red de Periodistas por una comunicación no sexista (RED Par).
Por último, la periodista feminista expresó que para ella es un “espacio al que vengo con expectativa de compartir, no sólo en los talleres, sino en las charlas que se pueden dar mientras caminamos o nos sentamos en un espacio público. Saber de primera mano cómo transitan las mujeres esta crisis socioeconómica y política. Ver qué alianzas hacemos las mujeres y cómo nos vamos deconstruyendo”.
“También encuentro un espacio para mí, para reencontrarme, para pensarme, para reforzar mi decisión de ser feminista. Lo vivo como una fiesta”, manifestó. El lunes, a través del aplausómetro mujeril, se conocerá cuál será la sede 2019.
Más conocida como “Tefa”, nació en Mar del Plata en 1989. Trabajadora de prensa, periodista y Licenciada en Comunicación Social (egresada de la UNLP). Buscadora de la aguja en el pajar: le apasiona el periodismo de investigación. Trabajó en prensa institucional, en diversos medios privados de La Plata, y colaboró en medios alternativos como ANRed. Actualmente escribe notas vinculadas a los derechos humanos, política y cada tanto entrevista a personajes de diversos territorios. También integra el área audiovisual, En Foco, como productora periodística. Siempre redactando con las gafas violetas puestas. Desde 2018 forma parte de la cooperativa Pulso Noticias, donde aprendió a vender publicidad, gestionar pautas y hasta armar un gran escritorio en madera.
