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viernes 29-03-2024

Chocolate Remix: reguetón lésbico y combativo en La Plata

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Romina Bernardo revoluciona un género dominado por hombres hablando del placer de las mujeres y el derecho al goce. Hoy estará en el Festival Ruidos Molestos, “para mover las cachas” al ritmo del feminismo

 

Romina no tenía “aspiraciones en el tiempo” con la música. Menos aún con el reguetón. Un día, hace cinco años, agarró la guitarra porque tenía “muchas cosas para decir”. Lo subió a Facebook, y su vida cambió. De pronto, se encontró encarnando una propuesta rupturista dentro de uno de los géneros más populares y machistas de América Latina, sino el que más. Hoy, en La Plata, trae su activismo lésbico y feminista al Festival Ruidos Molestos (Galpón de las Artes, 71 entre 13 y 14), con el plus que lo hace con ritmo y sabor.

“Yo sólo quería jugar con el reguetón, generar nuevos imaginarios y conflictos a la hora de pensar la sexualidad de las mujeres. Esa fue la propuesta, que devino en shows, discos y giras”, dijo a Pulso Noticias Romina Bernardo, más conocida como Chocolate Remix. Pero ojo: no hay improvisación. Estudió música y siempre se dedicó al arte en sus distintas ramas. El ritmo latino, el contexto social y su talento para hacer bailar fue, sin embargo, lo que la hizo salir de gira por Europa cinco veces (acaba de llegar de España).

¿Por qué pegó tanto?

“Nos fuimos acostumbrando a muchos discursos y ritmos, como el reguetón, que en ese momento estaba vedado en muchos espacios. Habíamos llegado hasta la cumbia, que también antes había sido vedada, pero los géneros y las personas empezaron a avanzar, a romper prejuicios”, dijo Chocolate, para quien el ritmo latino tiene “muchas cosas que ofrecer”, como “el cachondeo, la desinhibición y la forma de bailarlo”.

Leimotiv: El goce de las mujeres

Romina dixit: “Tenemos siglos de patriarcado encima, y así como las mujeres hemos sido relegadas, nuestro placer también. El sexo estuvo enfocado en los varones, y así, las canciones que escuchaba no me representaban, porque mi experiencia era muy diferente. Y, teniendo en cuenta que a partir de la subjetividad se construyen las experiencias, y que lo que ves y escuchas construye subjetividad, mi objetivo era visibilizar el placer de las mujeres para empezar a plantear diversas formas de placer del cuerpo y la sexualidad”.

Reacciones y alguna anécdota inesperada

“Debo reconocer” comenzó diciendo Bernardo, atajándose de sus propios prejuicios. Según ella, la respuesta es sorprendente hasta en los lugares más conservadores, “donde todo era muy heteronormado y sin embargo agradecían la novedad de lo que estaba diciendo”. El rechazo, sí, viene desde la cobardía de las redes sociales, donde todo pareciera valer: “Ahí tenes de todo – dijo Romina, desde el macho herido a las mujeres que dicen a mi no me representas. Pero la diferencia es en vivo, donde a la gente le encanta, porque si bien hay una bajada de línea, está hecha con gracia e ironía y la premisa es divertirse y pasarla bien”.

Cómo una paradoja: así vivió Chocolate la vez que cantó en un lugar de visibilidad lésbica, y decenas de compañeras se sintieron ofendidas, molestas, con su propuesta. Ella lo explica así: “Supongo que en ese entonces estaba muy de moda el término objetivación del cuerpo de la mujer, hoy en cambio hablamos de empoderamiento, y cuando este concepto se instaló, ahí sí dijeron: Chocolate mola!”.

 

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