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domingo 28-04-2024

Alejandro Olmos busca justicia: “A mi hijo lo mató la policía”

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Nahuel Olmos tenía 27 años, dos hijas y cuidaba coches en pleno centro de la ciudad de Mar del Plata. Fue detenido por oficiales de la Subcomisaría Casino, a los minutos “se descompensó”, lo trasladaron al Hospital y a los dos meses falleció. Conocé la historia que busca llegar a la verdad

“La Feliz” parece no ser tan feliz. El 19 de junio por la tarde Nahuel Olmos estaba en la zona de Bingo Mar -Entre Ríos y Bolívar-, tuvo una discusión con una kiosquera por dos cigarrillos sueltos y rápidamente llegaron al menos dos patrulleros de la Policía Bonaerense, lo detuvieron por una contravención y lo trasladaron a la Subcomisaría Casino, ubicada a unas 3 cuadras del lugar.

Al día siguiente, dos oficiales se acercaron a la casa de su papá, Alejandro, y le dijeron que su hijo Nahuel Ezequiel estaba internado en el HIGA (Hospital Interzonal General de Agudos); que el joven había sido detenido por “rebeldía”, y dentro del calabozo había sufrido una “descompensación”. Los oficiales, que a uno de ellos lo reconoció como Servicio de Calle de dicha dependencia policial, le transmitieron que podría haber sido por la mala alimentación por vivir en la calle, y por el consumo de drogas.

Todo olía muy raro para Alejandro, quien vive a unas 10 cuadras del HIGA y en menos de 5 minutos llegó para ver a su hijo. Entró directamente a la sala de Terapia Intensiva y las medicas le relataron otra versión: supuestamente Nahuel llegó al nosocomio -según les comunicaron a ellas los oficiales- luego de que personal del SAME le hiciera RCP en el calabozo de la Subcomisaría Casino porque se había querido suicidar.

Nahuel Olmos internado en el HIGA. Foto: informe del perito médico Martín Daniel Ferreyro en expediente judicial.

Mientras Nahuel estaba todo entubado, peleando por su vida, Alejandro observó que tenía su boca cortada y varios moretones en los brazos por lo que empezó a asesorarse de manera urgente. Desde el primer momento, las versiones fueron cruzadas, por un lado, Nahuel se descompensó; por otro, Nahuel se quiso suicidar dentro del calabozo con su buzo. Pero, nadie se suicida dentro de una comisaría.

Ante las sospechas y por su experiencia personal, el 26 de junio Alejandro se acercó a la Auditoría de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires para radicar la denuncia: él está convencido de que su hijo fue torturado por los agentes policiales y eso fue lo que le generó la muerte. Nahuel dejó un hijo que en pocos días cumple un año, y una hija de siete años. “Él no tenía ningún motivo para quitarse la vida, estoy convencido de que se pasaron con mi hijo”, contó Alejandro, quien en su juventud sufrió torturas y apremios ilegales dentro de una comisaría (merece un relato aparte esta historia) y conoce todo el circuito de ocultamiento, encubrimiento y persecución de la Policía Bonaerense.

A raíz de dicha denuncia, se inicia una causa judicial de oficio caratulada como “vejaciones y/o apremios ilegales en acto de servicio” a cargo del fiscal Juan Pablo Lódola de la UFI 12, especializada en violencia policial.

Medidas probatorias… ¿contradictorias?

Entre las diferentes medidas de pruebas solicitadas por el fiscal, se encuentra la declaración testimonial del padre, quien ratificó su denuncia de Asuntos Internos y aportó datos de testigos del hecho; los libros de guardia de la Subcomisaría, y las cámaras de seguridad del lugar.

También tomó diferentes declaraciones testimoniales, entre ellas, a la kiosquera quien aseguró que Nahuel le pidió dos cigarrillos sueltos y hubo una discusión sobre si los había pagado o no; él insistía que sí, ella que no y mientras se iba enojado por la situación otro vecino comenzó a insultarlo. Y ahí se desata todo el conflicto que terminó en la muerte del joven de 27 años, que pasó su último cumpleaños internado.

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Según pudo saber este medio, en dicha causa hay datos contradictorios sobre la “descompensación” del joven, es decir, en el parte policial detallaron que se “procede a la aprehensión del imputado luego de alterar el orden público y encontrarse en estado de ebriedad. El mismo sufre descompensación dentro del calabozo, es asistido en primera instancia por personal policial para luego ser atendido por la Dra. Franco de ambulancia del SAME, reanimado y trasladado al HIGA. Se comunica al juzgado correccional quien, enterado de los hechos, dispone la libertad bajo caución juratoria”. En ningún lado informaron que Nahuel se quiso suicidar. Establecieron, además, que la detención fue por “infraccionar el art. 72 -ebriedad- y art 74 -juegos de naipes y dados- del decreto 8031/73” (código de faltas).

En otra parte del expediente, la Jefa de la Subcomisaría Casino, María Belén Serra, le responde al fiscal asegurándole que no tenían imágenes del área del calabozo ya que no contaban en el momento del hecho con cámaras en ningún sector de la dependencia policial, sino que fueron colocadas el 5 de julio, el mismo día que se llevó a cabo una movilización afuera de la Subcomisaría Casino exigiendo justicia por Nahuel. Casualidades o causalidades.

Durante las primeras semanas del hecho, Alejandro recorrió cada local de la zona donde su hijo fue detenido para lograr entender qué pasó con Nahuel, ya que hacía varios años que cuidaba coches en esas cuadras. Allí pudo recolectar mayor información, observó las decenas de cámaras de seguridad que están en la esquina del Bingo y otras ubicadas en edificios; hasta fue a la Subcomisaría Casino, una dependencia policial relativamente nueva en la parte más turística de Mar del Plata, para pedirles mayores explicaciones y los nombres de los policías que intervinieron en la detención de su hijo, sin embargo, se los negaron y lo mandaron a hablar con el fiscal Alejandro Pellegrinelli de la UFI 5, quien casualmente estaba de turno el 19 de junio.

En ese momento, Alejandro se enteró que por el hecho había dos investigaciones judiciales ya que solo estaba al tanto del trabajo de la fiscalía 12.   

Dos causas, dos fiscalías, ningún avance…

Según el Libro de Guardia de la Subcomisaria Casino, el cual figura en el expediente al cual tuvo acceso Pulso Noticias, asegura que a las 20:08 se comunican con la fiscalía de turno a cargo de Pellegrinelli y él dispone el envío de la Policía Científica al lugar del hecho para hacer su relevamiento. La causa en la UFI 5 está caratula como “averiguación de ilícito”.

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El subteniente Daniel Cepeda, perteneciente al Grupo Técnico Operativo de la Subcomisaría Casino declaró lo sucedido -con horarios contradictorios-, y aseguró que la sargento Daniela Sassi secundada por la sargento Ivana Valentini llegaron de apoyo con el móvil 30.501 y frenaron a Nahuel. Luego, al ser trasladado a la dependencia policial, antes de ingresarlo al calabozo, según el relato de Cepeda, le retiraron los cordones de las zapatillas y el buzo que tenía con él. La oficial Daniela Cascio le solicitó sus datos filiatorios, y luego, Cepeda fue quien encontró a Nahuel “descompensado”. La gran duda entonces es con qué buzo se intentó suicidar Nahuel.

Calabozo de la Subcomisaría Casino. Registro de la Policía Cientifica.

Al pasar dos meses, precisamente el 29 de agosto, Nahuel falleció. Entre las diversas irregularidades, se sumó que el acta de defunción entregado al padre donde se estableció que Nahuel murió a causa de un “paro cardiaco, otras septicemias lesiones autoinflingida intencionalmente por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocamiento”, constado por la doctora Ximena Vázquez. Sin embargo, Alejandro reclamó la investigación de causal de muerte.

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En los informes médicos que recibió su papá, día a día mientras Nahuel estuvo internado, le habían transmitido que su hijo tenía un daño cerebral irreversible. Y también aseguraron en las primeras semanas que tenía “isquemia crónica bioccipital” y “atrofia temporal izquierda”, afectaciones que se producen por la no llegada de oxígeno a las células del cerebro.

A los pocos días del fallecimiento, el fiscal Lódola manifestó que “atento al estado de las presentes actuaciones y habiendo tomado conocimiento que la víctima Nahuel Olmos ha fallecido surge del contenido de la IPP 20499-23 de trámite por ante la fiscalía de turno N° 5, remítanse las presentes actuaciones a aquella sede fiscal para que continúe allí la prosecución de la pesquisa, atento a su competencia en la investigación de causales de muerte de la víctima”. En síntesis, dio por finalizada su labor.

Tribunales de Mar del Plata

Según confirmaron fuentes judiciales a Pulso Noticias, “la UFI 12 cerró la causa porque se unificó el delito caratulado como homicidio y quedó en manos de la UFI 5”, sin embargo, la caratula sigue siendo “averiguación de ilícito” a pesar de que Nahuel murió, y sigue sin haber novedades de dicha investigación.

Irregularidades y (malas) experiencias

En paralelo, Alejandro comenzó a vincularse con otras familiares víctimas de la represión estatal, por ejemplo, con Romina Vergara, mamá de Brandon Romero, el joven asesinado por el policía Pedro Arcángel Bogado, quien fue a juicio por jurado y lo declararon no culpable a pesar de que confesara que ese día tenía que haber estado cumpliendo funciones en la Alcaldía de menores, y en suma, que él ejecutó los 7 disparos contra el joven de 18 años.

Nahuel y Alejandro Olmos

Romina Vergara ya denunció públicamente al fiscal Pellegrinelli por encubrir al policía Bogado. El agente judicial fue quien abandonó la investigación considerándolo un héroe por defender la propiedad privada, una decisión avalada por la fiscalía general a cargo de Fabián Fernández Garello, el funcionario que está imputado por delitos de lesa humanidad a la espera del juicio, pero sigue en funciones.

Alejandro exige celeridad en la causa porque quiere saber qué pasó con Nahuel. “A mi hijo lo mató la policía”, repitió varias veces. Y aseguró que va a luchar hasta conseguir justicia por su hijo, y “para que esto no le pase nunca más a nadie”. La familia de Nahuel aún no cuenta con un patrocinio legal. La abogada Romina Merino tomó vista de la causa por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia, aunque aún están evaluando asumir la representación legal de la querella. Mientras tanto, el padre está siendo acompañado por el espacio antirrepresivo de la costa, Rompiente.

Esta historia continuará…

Más conocida como “Tefa”, nació en Mar del Plata en 1989. Trabajadora de prensa, periodista y Licenciada en Comunicación Social (egresada de la UNLP). Buscadora de la aguja en el pajar: le apasiona el periodismo de investigación. Trabajó en prensa institucional, en diversos medios privados de La Plata, y colaboró en medios alternativos como ANRed. Actualmente escribe notas vinculadas a los derechos humanos, política y cada tanto entrevista a personajes de diversos territorios. También integra el área audiovisual, En Foco, como productora periodística. Siempre redactando con las gafas violetas puestas. Desde 2018 forma parte de la cooperativa Pulso Noticias, donde aprendió a vender publicidad, gestionar pautas y hasta armar un gran escritorio en madera.

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