Un grupo de trabajadoras se acercó a la sede de la obra social, en 46 entre 12 y 13, para pedir explicaciones por las demoras en los pagos de prestaciones realizadas hace meses
Trabajadoras que se desempeñan como acompañantes terapeúticas y prestan servicio al Instituto Obra Médico Asistencial (IOMA) se concentraron esta mañana frente a la sede de la obra social de la provincia de Buenos Aires, ubicada en 46 entre 12 y 13, para exigir el pago de salarios adeudados y el cese de la precarización laboral que padecen.
Los retrasos en los pagos a las y los prestadores son moneda corriente en IOMA. Pueden pasar meses hasta que cobran por horas de trabajo efectivamente cumplidas. Esas demoras se traducen en una pérdida del salario real, ya que el dinero que ingresa a sus cuentas en forma tardía termina siendo consumido por la inflación. Eso, sin mencionar los bajísimos montos que perciben. El caso de las trabajadoras terapéuticas, es tan solo un ejemplo.
“Nos pagan cada seis meses o cuando tienen ganas; el último aumento que nos dieron fue de 180 pesos, a cobrar en septiembre. No nos aumentan según los niveles de inflación. La plata que recibimos no nos sirve ni para comer. La mayoría arranca a trabajar en marzo y cobra por primera vez recién en julio, sin ninguna actualización. Con eso tenemos que seguir viviendo. No nos pagan vacaciones, nos hacen descuentos cuando se les antoja. Hacen lo que quieren con nosotras”, señaló Gisele, una de las trabajadoras afectadas, a Pulso Noticias.
“Mientras no nos pagan, tenemos que estar pagando monotributo, contador, AFIP, el seguro. Todo lo tenemos que pagar nosotros. Tres meses hace que no pago el alquiler. Me van a echar en cualquier momento. ¿A dónde voy a vivir?”, exclamó, desesperada, otra de las acompañantes, en medio de un clima tenso.
“Cada vez que venimos tenemos que, por poco, rogar y suplicar que nos paguen, como si estuvieramos pidiendo una limosna. Es el pago correspondiente a nuestro trabajo. No tenemos representación de ningún tipo. Queremos saber por qué es así esto, nadie nos da respuestas”, señaló otra de las trabadoras.
Ante el pedido aireado para que las autoridades se hagan presentes, apareció Nadia Daciuk, Directora provincial de prestaciones de IOMA. Trató de llevar tranquilidad, pero lejos estuvo de lograrlo. Sus palabras no hicieron más que incrementar el enojo de las trabajadoras que con razón exigían una solución urgente.
Daciuk solo atinó a decir: “Desde 2020, esta gestión se propuso regularizar el desorden administrativo que se venìa produciendo. Tenemos más de 290 mil pagas desde entonces, y siempre hay situaciones en las que hay que seguir trabajando. Nosotros estamos dispuestos a recibir reclamos de prestadores , porque sabemos que siempre en la generalidad, por más que haya avanzado el sistema, hay algunos compañeros y compañeras que todavía -por retraso de actas o por alguna situación que pudo haber sucedido- no pudieron solucionar. su situación En ese camino nos encontramos”.
Este párrafo final, testimonio de otra de las trabajadoras, sintetiza el sentir de sus colegas: “Ninguna persona que trabaja de acompañante terapético puede cobrar un sueldo en regla. IOMA, como prestadora, presta un servicio con nuestro trabajo. Un trabajo que no está pago. Esto no puede quedar así. Necesitamos comer, vestirnos, pagar el alquiler y eso no puede esperar. Cuando un trabajo no se paga, es trabajo esclavo“.
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