Los partidos del Frente de Izquierda, los movimientos piqueteros independientes, los sindicatos combativos y multicolor, entre otros activistas articularon y colmaron Plaza de Mayo. Entrevista con Luana Simioni, referenta del FIT en La Plata
Comienza a tomar vuelo nuevamente la campaña electoral de cara al 22 de octubre y las históricas presidenciales que vivirá el país. Mientras tanto, los sectores de la izquierda y de independencia al gobierno nacional también empiezan a preparar terreno de cara a un futuro poco prometedor.
Este jueves se realizó una singular movilización de este sector político porque, como sucede cada tanto, no se movilizará solo el movimiento piquetero, ni solo el Frente de Izquierda, o los sindicalismos de oposición. Sino que se logró articular una movilización conjunta de todos los espacios de visión crítica y de izquierda. Fue desde las 16:30hs en Plaza de Mayo y en las principales plazas del país.
Por eso, en la semana desde Pulso Noticias y Radionauta entrevistamos a una de las referentes mayores del Frente de Izquierda en La Plata, Luana Simioni, militante del PTS y delegada General de la Junta Interna de IOMA/ATE.
La importancia de la movilización
Luana Simioni: Logramos reunir a muchísimas organizaciones sociales, territoriales, gremiales, de izquierda, del movimiento piquetero, estudiantiles, de derechos humanos; un conjunto de organizaciones que nos vamos a encontrar en la calle, que es otro gran símbolo de la acción que vamos a hacer, demostrando que la pelea contra el ajuste que está en curso y que además es el responsable de haberle abierto paso a una derecha rancia, a una derecha ultra liberal, se lo enfrenta en la calle, que es lo que ha abandonado las conducciones y las burocracias sindicales bajo el gobierno de Alberto Fernández y ese es el lugar en el que tenemos que estar para hacerle frente: el lema es que “a la derecha y al ajuste que está llevando adelante el gobierno, lo paramos en la calle”.
Me parece que tiene una importancia crucial porque es señalar que el peligro no está solamente en la perspectiva para adelante, que quedó configurada con el escenario electoral de las variables que tienen más chances de ganar; sino que todas son ajustadoras y están de acuerdo con ajustar al pueblo para pagar el FMI. El ajuste está en curso ahora y hay que tener una respuesta contundente hoy, cuando los salarios pierden descontroladamente frente a la inflación, cuando la mitad de la población trabaja en la informalidad y no ha recibido ni siquiera ninguna de las miserables ayudas anunciadas por el Gobierno, y todos los días los precios aumentan en nuestras caras; cuando no hay absolutamente ninguna política para enfrentar los niveles de pobreza, de emergencia alimentaria, de emergencia habitacional que sufren las mayorías populares.
Mucha gente y la política se adelantan a pensar en las elecciones de octubre, pero hasta ese día hay ajuste, ¿cuál es la importancia de estos espacios durante estas semanas previas a un cambio de gobierno?
También es señalar la responsabilidad de las grandes conducciones sindicales, también de los movimientos sociales, aquellos que están integradísimos al gobierno, que dejan pasar, mirando para otro lado, la situación que hoy atraviesa la clase trabajadora, ocupada, desocupada, precaria, nativa o migrante, que somos una misma clase, que permanentemente nos quieren fragmentar para que no tomemos conciencia y que no podamos actuar como lo que somos, la mayoría nacional.
Se habla mucho ahora por supuesto del resultado electoral. Para nosotros desde la izquierda, las elecciones tienen también mucha importancia, creemos que es un pronunciamiento político contundente el que hay que dar en octubre. No es un balotaje y lo intentan transformar. Pasamos cinco fórmulas y sólo una, la del Frente de Izquierda, no expresa un consenso ajustador, todo lo contrario, sino que está en las calles enfrentándolo, junto a un conjunto de organizaciones. Es la clave para desarrollar la resistencia para ahora y para lo que venga.
Es verdad que hay una operación para decir que la cuestión se resuelve votando; y si uno mira las alternativas mayoritarias, nos prometen el mismo camino del ajuste para pagarle al Fondo. Hay que exigir a las conducciones sindicales que rompan la pasividad, que dejen de dormir la siesta, que dejen de colaborar con el gobierno ajustador, que dejen de mirar para otro lado mientras se degrada las condiciones salariales y de vida de las mayorías trabajadoras y populares: uno de cada seis pibes es pobre en nuestro país, y nos hablan del ´derecho al futuro´ como un lema de campaña hermoso, pero mientras tanto los hospitales se caen a pedazos, no hay infraestructura en educación pública, la comida no llega: la asistencia más inmediata, más urgente y más elemental que son los alimentos, no llegan a los comedores, esos comedores sostenidos por las organizaciones territoriales, sociales, piqueteras que hacen un gran esfuerzo para, en forma solidaria, resolver o paliar un problema que es la emergencia alimentaria en los barrios.
Si bien es importante un pronunciamiento para octubre y nosotros llamamos a que se haga con la izquierda, no es suficiente. La pelea tiene que estar atada a continuar y a fortalecer una pelea en las calles todos los días, pero sobre todo señalando a los responsables de que esto no haya sucedido en los años de gobierno del Frente de Todos y muy poquito en el gobierno anterior: es la misma burocracia que se pintó de amarillo y colaboró y dejó pasar los ajustes de Macri y de Vidal. Luego cuando de manera masiva salimos a las calles a frenar el ajuste en diciembre del 2017 con la reforma jubilatoria, es la misma burocracia que dijo ´calma muchachos que, hay 2019, volvamos a los laburos, no es la calle el lugar que hay que fortalecer´. Bueno, esta convocatoria tiene una perspectiva opuesta y es que la salida es en las calles, es organizados, es uniendo la fuerza de toda la clase trabajadora.
¿Cómo queda el Frente de Izquierda en particular después de las Paso, y las internas?
Nosotros decidimos utilizar hasta el último minuto que tuvimos a disposición para combatir a los a los candidatos del ajuste, y a los candidatos de la derecha y me parece que ahí estaba la clave. La lista del Frente de Izquierda que hemos integrado después del resultado de las Paso con los compañeros de la otra lista contra la que competimos, del PO y MST, las hemos integrado en todos los órdenes, menos en los cargos Ejecutivos, ya que la ley de las Paso plantea que la fórmula ganadora es la que la que se encamina octubre, así que con la fórmula de Miriam Bregman y Nico Del Caño a nivel nacional nos encaminamos a una campaña muy intensa. Nuestras militancia no tiene nada que ver con la de los partidos tradicionales, es una campaña desde abajo, a pulmón, somos una lista de laburantes, de luchadores, de mujeres que peleamos con nuestros derechos, y de esa misma manera encaramos la campaña queriendo llegar con un mensaje claro: con un lema que hemos definido los últimos días y que va a estar apareciendo los spots que ya salen ahora. Es la idea de que no queremos estar ni sometidos, ni ser cómplices ni del ajuste del FMI ni del crecimiento y el envalentonamiento de las derechas, a la derecha y al ajuste se lo combate.
Estamos entonces queriendo discutir con muchos jóvenes que han visto en Milei la forma de castigar a un sistema político que no les ofrece absolutamente nada más que precarización y degradación de sus vidas, la imposibilidad de acceder a los estudios y la precarización permanente de su realidad. Entonces dirigirnos a esos jóvenes para batallar fuertemente para sacarlos de la idea de que Milei es la herramienta para castigar, Hay mucho de marketing en esta figura tan mediática y nosotros tenemos ese desafío, para que la juventud, para que los trabajadores, para que los sectores populares de nuestro país vean que la salida es por izquierda, que hay una alternativa y que es de la clase trabajadora unida al pueblo pobre con una salida propia para terminar con la degradación nacional, con las imposiciones de los grupos concentrados de la economía que son los que siempre ganan.
Nosotros queremos enfocar nuestra campaña denunciando esto y que somos la mayoría: a pesar del resultado electoral, somos la mayoría en este país la clase trabajadora, los que producimos toda la riqueza y los que terminamos pagando las consecuencias de la fiesta de los de arriba y de todas las fórmulas electorales mayoritarias, que se proponen seguir por el mismo camino, por eso tenemos una tarea enorme. Hay que dar un mensaje político de no resignación, de que no vamos a agachar la cabeza, de que no hay que votar siempre al menos malo porque sino el monstruo que viene siempre es peor peor, hay que votar con convicciones y sobre todo para prepararnos en una perspectiva de lucha porque gane quien gane en octubre o en diciembre, vamos a tener un gobierno del FMI. Por eso también convocamos a todas las organizaciones populares y de las izquierdas que nos ayuden, que difundamos todo esto.
¿Qué crees que le faltó a las expresiones de izquierda para seguir siendo entendidos como la izquierda, y no pensar que la rebeldía pueda ser de derecha?
Creo que es una gran concesión creer que el voto de Milei expresa rebeldía. Yo creo que expresa bronca, contra un sistema político que no tiene nada para ofrecer, contra los dos fracasos estrepitosos de los dos grandes bloques políticos. Ese voto expresa el repudio a ese sistema político. Más bien creció porque hay poca rebeldía organizada, porque las conducciones sindicales abandonaron la calle.
No logramos la fuerza para imponer un camino distinto quienes peleamos de formas antiburocráticas por pelear los sindicatos, los centros de estudiantes, por desarrollar una militancia territorial de las organizaciones piqueteras anti burocráticas y antiestatal Independiente de los gobiernos. No hemos logrado de este lado los que abonamos a esa política todavía imponer nuestra nuestra perspectiva, ganarnos a las mayorías para esta pelea. Es más bien ausencia de rebeldía lo que ha habido en los últimos años en el país y creemos que hay que preparar la rebeldía que tiene que surgir inevitablemente.
Porque lo que se prepara es peor y es peor para nosotros, para la clase trabajadora no va a haber un Gobierno que tome medidas de ajustar a los ajustadores, a los que se la llevaron en pala. Al revés hemos visto en los últimos meses medidas como exenciones impositivas con tasas cero para las automotrices, para los que más han ganado con la pandemia, con guerra, con sequía. Siempre ganan. Ahora los anuncios de retenciones ceros para el agro mientras los trabajadores precarios pagan: para trabajar, pagan el monotributo. Y Massa lo que hizo fue recortarles 500 pesos por mes, ese fue el gran alivio económico que les anunció a los monotributistas.
Por otro lado la gran colaboración que le prestaron las fuerzas tradicionales: Berni y el propio Grabois confesando que es el peronismo el que le aportó candidatos y armó las listas a Milei en los municipios. Nosotros hacemos un planteo claro de que hay que romper con esa forma de hacer política que siempre está en detrimento de las mayorías trabajadoras y por supuesto no tenemos el espacio mediático que tienen estas fuerzas.
Está mal generalizar y asustarnos en que creció la derecha, de que se viene el fascismo, porque ahora se dice que un 30% de la población es fascista por votar a Milei: hay una porción importante de su electorado que tiene valores sociales, que no son de derecha, gente que no está de acuerdo con privatizar la educación, cerrar ministerios y echar empleados públicos, con ajustar la jubilaciones, pero que tienen una bronca enorme y han encontrado en Milei un instrumento para expresarlo.
Hay que dar una batalla, no hay que regalarle. No son solo los jóvenes, fue un voto transversal, pero particularmente nos parece que en la juventud es donde hay que sembrar ideas de una verdadera rebeldía contra este sistema que nos asfixia, que nos oprime cada vez más.
Para eso las elecciones son también un instrumento, no son la solución a todos los males, pero son un fuerte instrumento: no nos da lo mismo, si la izquierda logra posicionarse con una fuerte votación y mostramos que somos muchos y muchas los que no nos queremos resignar este camino de ajuste. Y en ese esfuerzo lograr colocar más diputados y legisladores de la izquierda que vienen desarrollando desde ese lugar una voz potente de los de abajo. Como lo vimos recientemente en la votación, por ejemplo la ley de alquileres donde la voz de la izquierda fue una voz importante para denunciar que todos gobiernan para el lobby inmobiliario
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