El Lobo cayó 2-0 con dos polémicos penales en contra que le sirvieron al Goias para quebrar un partido que se le hacía cuesta arriba. Ya en el final, se desató la furia de un empleado de seguridad contra la hinchada Tripera
En medio de un polémico arbitraje que terminó por definir el encuentro frente al Goiás y dejó al equipo de Sebastián “Chirola” Romero a un paso de la eliminación de la Copa Sudamericana, hubo un suceso que superó todos los límites.
En medio del caldeado ambiente que sobrevolaba en el Juan Carmelo Zerillo, desde las tribunas se oyeron cánticos e insultos no solo para el abitraje, sino también las autoridades del club y la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL). Fue en ese marco que uno de los encargados de la seguridad se cruzó con varios de los fanáticos y tomó una repudiable decisión: agarró una banqueta y la arrojó con violencia contra el alambrado en el que se agolpaban los hinchas.
Toda la situación fue filmada por varios testigos, las imágenes llegaron a las redes y se viralizaron, despertando un generalizado repudio.
En el video se puede ver claramente a un hombre vestido de traje tomando una banqueta de plástico a centímetros de la línea de cal y arrojándola luego con ferocidad contra una de las tribunas que da al Bosque. Aunque nada se sabe de qué fue lo que generó la violenta reacción, lo cierto es que el agresor fue expulsado del estadio de inmediato y salió custodiado por policías para ser conducido luego a la sede de la comisaría Novena.
Cegados por la bronca por la derrota y un arbitraje, cuando menos, cuestionable, en un primer instante los hinchas triperos creyeron que se trataba de un empleado de la CONMEBOL, por lo que la actitud desató una andanada de insultos contra la organización; pero lo cierto es que más tarde se supo que en realidad se trataba de un empleado tercerizado que forma parte de la seguridad privada que contrató el propio club a fines de poder resguardar la seguridad de la gente.
El hombre fue suspendido momentáneamente mientras avanza la investigación y se espera que Gimnasia también tome intervención en el hecho para establecer las sanciones y reclamos pertinentes por lo sucedido.
EL PARTIDO
El Lobo cayó 2 a 0 como local ante Goiás, de Brasil, en el marco de la tercera fecha del Grupo G y quedó muy complicado para clasificar a octavos de final de la Copa Sudamericana.
Los goles convertidos para Goiás por Vinicius y Peixoto sellaron la suerte del Lobo que, con un equipo alternativo, tuvo con comienzo interesante y con buen ritmo. Mantuvo el protagonismo del encuentro volcado en ataque conteniendo a la visita en su campo y la obligó a jugar cerca de su arquero.
Sin embargo, esa supremacía no supo volcarla al resultado.
En el inicio del segundo tiempo, la caída de Peixoto en el área de Gimnasia generó una situación que demoró varios minutos el encuentro, ya que mientras el juez de línea levantaba la bandera para marcar posición adelantada, el árbitro Luis Queiroz tras evaluar la jugada mediante el VAR, sancionó la pena máxima, y la expulsión del defensor Diego Mastrángelo. El penal, es discutible. Los criterios en el fútbol no son tan tajantes, como sí lo es el hecho de que no debió expulsar al jugador ya que desde un tiempo a esta parte se determinó que al haber penal no puede haber otra pena determinante como la roja.
De esta manera, a los 9 minutos del segundo tiempo, fue el delantero Vinicius quien ejecutó fuerte y bajo contra el palo derecho de Nelson Insfrán, para abrir el marcador y poner en ventaja al equipo visitante.
Aun en desventaja, y con un hombre menos, los futbolistas del Lobo no cedieron el protagonismo ni la intensidad a la hora de buscar igualar las acciones y tuvo la chance en la cabeza de Cristian Tarragona para poder lograr la igualdad, que le negó el arquero visitante.
Con el impulso de la ventaja, el equipo brasileño remontó una aislada situación de contragolpe y, a los 35 minutos, el árbitro volvió a tomar protagonismo al señalar nuevamente penal por una infracción inexistente de Tomás Fernández. Así, Peixoto estiró la ventaja en favor del Goiás 2 a 0. Incluso, el mismo árbitro que ya había dado cuanto menos dos penales polémicos para la visita.
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