El Juzgado de Garantías Nº5 concretó la detención de los efectivos implicados en el crimen del joven de Tolosa que trabajaba como repartidor. Habían querido hacer pasar el hecho como un accidente pero la lucha de la familia sacó a flote la verdad: lo mató la policía.
En octubre del año pasado, cuando se habían cumplido dos años del asesinato de Néstor “Lito” Costilla -un joven de 28 años, que trabajaba como delivery de la parrilla de 120 y 530 de Tolosa y papá de cinco hijos- la familia de la víctima reclamaba la inmediata detención de los tres policías acusados de haberlo asesinado.
Si bien la medida ya estaba dictada, recién a fines de diciembre la Cámara de Apelaciones rechazó la apelación planteada por la defensa de los uniformados, rechazando de esta forma la eximición de prisión. En ese marco, ayer el Juzgado de Garantías Nº5 hizo efectiva finalmente la detención de Damián Aquino, Mauricio Rodríguez y Sergio Martínez, bajo la carátula de homicidio calificado y falsificación del documento público.
Desde el comienzo, los efectivos policiales trataron de hacer creer que el joven murió producto de un accidente, modificando pruebas, poniendo trabas a la Justicia, entre otras artimañas. Sin embargo, la lucha constante de la familia por sacar a flote la verdad logró poner las cosas en su lugar y ahora llegar a la detención de los asesinos.
“Lo mató la policía“
La noche del 7 de octubre Lito llevó a un amigo a la casa, en diagonal 74 y 119, donde se quedó unos minutos mientras hacía una videollamada con su hermana (Daiana). A los pocos minutos salió hacia la casa de su mamá en 524 y 115. En esas pocas cuadras, el joven repartidor fue perseguido por dos motos de la Policía del Comando La Plata que salieron -sin sirenas ni balizas- desde la garita ubicada en la rotonda de 122 y 532, y terminó asesinado en 524 entre 120 y 121.
“Nunca la dieron ningún tipo de aviso a mi hermano. Las dos motos salen en contra mano y lo siguen hasta 524 y 121, con las luces apagadas y ahí lo atacan”, había contado su hermana Daiana a Pulso Noticias en una entrevista realizada a pocos días del hecho. “Sabemos que uno de los policías, que iba sentado en la parte trasera de la moto le pega una patada y lo hace caer”, agregó.
Se supo en su momento, y ahora lo corroboró el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, que rápidamente se desplegó todo un operativo por parte de las fuerzas de seguridad para mostrar que se trató de un accidente de tránsito. Dijeron que Lito viajaba a alta velocidad y se chocó un pozo que lo hizo caer y le costó la vida. Sin embargo, Lito conocía muy bien el barrio de Tolosa y más aún la zona donde ocurrió el hecho. Y el que anda en moto, si hay algo que memoriza, son los pozos.
Desde un primer momento y con toda la fuerza de seguridad en contra, para la familia de Lito, no fue un accidente sino que fue asesinado por la Policía. “A mi hermano lo mató la policía”, aseguró Daiana.
El tiempo y la justicia le empezaron a dar la razón a la familia de Lito, que a pesar del profundo e irreparable dolor por la pérdida, nunca bajaron los brazos. En ese sentido, lograron demostrar que Lito no iba a gran velocidad, además las cámaras de seguridad de la zona evidenciaban que hubo una persecución, a lo que se sumaron testimonios de testigos que así lo afirmaban.
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