Tomás Szechenyi nació en Neuquén, tiene 23 años y estudia educación física en La Plata. En diálogo con Pulso Noticias, contó su breve pero intensa y apasionante experiencia dentro del mundo del beach tenis, un deporte poco difundido pero que, lentamente, se propaga en suelo nacional
Por Mariano Fusé
El beach tenis combina elementos del tenis y del vóley. Se practica en canchas con dimensiones y características similares a las de vóley, de 16 por 8 metros, con superficie de arena y una red que se encuentra a 1.70 m. de altura, obligando a los participantes a realizar los golpes bien arriba, generalmente por encima de la cabeza. También toma del vóley la dinámica de los saques, que es libre, y el hecho de que, para estar en juego, la pelota no debe tocar el suelo.
Por otro lado, la lógica del tanteador es la del tenis, con games y sets. La pelota es más liviana y blanda que la del juego de la raqueta y, para golpearla, se utiliza una paleta similar a la del paddle, un poco más larga y angosta.
El deporte es muy dinámico. Comparándolo con el tenis, Tomás Szechenyi, quien practica de manera profesional esta disciplina, ha expresado con respecto a los partidos: “Son más cortos pero más intensos, hay una diferencia en el gasto energético y es por eso que los entrenamientos cambian bastante también”.
El beach tenis llegó a nuestro país hace aproximadamente 15 años, y se ha difundido con mayor intensidad en los últimos dos. “Desde el año pasado se han empezado a hacer torneos profesionales y, este año, ya se ha implementado un calendario con distintas competiciones”, contó Tomás en diálogo con Pulso Noticias.
Las competiciones más importantes vienen realizándose en la ciudad de Rosario, en Santa Fe. Las mismas se encuentran bajo la órbita organizativa de la Federación Internacional de Tenis, (cuyas siglas en inglés son ITF), y reparten puntos para el ránking mundial que administra la organización.
En la ciudad santafesina, ha sido importante el aporte de los extenistas Guillermo Coria y Eduardo Schwank que se encuentran motorizando la disciplina.
Según expresó Tomás, si bien el deporte se está expandiendo en los últimos tiempos, aún se requiere de un mayor impulso estatal y de más acción por parte de la Asociación Argentina de Tenis (AAT) para lograr consolidarlo. “Falta estructura en los clubes, difundir el deporte en las bases y en las playas. Sigue siendo algo muy poco conocido, falta difusión de manera masiva”, sentenció el joven pionero de beach tenis.
La inmersión de Tomás en la disciplina
A principios del año pasado, la Organización Internacional de Deporte Universitario impulsó una competición que nucleó diversos deportes de arena. Incluyó el beach handball, el beach vóley y, por primera vez, introdujo la novedad del beach tenis.
Se invitó a los alumnos de la UNLP a participar del evento, y fue así como Tomás descubrió la existencia de la disciplina. Si bien él practicaba tenis hacía muchos años, desconocía que el deporte también se jugaba en la arena bajo una modalidad especial.
Indagó acerca del beach tenis junto a un amigo, Agustín Vampa, y ambos decidieron embarcarse en la aventura de la competición universitaria, que se desarrolló en Brasil.
“Estuvimos 2 meses practicando en la ciudad de Buenos Aires, con la facilidad de ya saber jugar al tenis. Luego fuimos a un torneo amateur en Mar del Plata y en marzo fuimos al torneo en Brasil”, contó Tomás con entusiasmo, rememorando su viaje. Y agregó: “El montaje era buenísimo. Fuimos a un hotel inmenso donde estábamos todos, nos relacionamos con gente de distintos países, nos divertimos mucho. Se armó un predio con 3 estadios, fue una muy buena experiencia.”
Lo cierto es que los primeros meses de Tomás en contacto con el deporte fueron muy gratificantes, quizás por eso se enamoró tan rápidamente del beach tenis. De su competición en Brasil, en singles, logró traer la medalla de oro y, en doubles, junto a Agustín, consiguieron la de plata.
Tomás está convencido de que es un deporte divertido para cualquiera que quiera probarlo. “Cuando la gente empieza a jugar, le gusta a todo el mundo. Al no tener pique es mucho más fácil, todos los golpes son de aire y la técnica es mucho más rudimentaria, es más básica”, explicó.
Ilusionado, nos cuenta que aspira a que el deporte se difunda a nivel nacional y también que La Plata tenga canchas adecuadas para practicarlo. “Se está gestionando un espacio en un club de tenis para que haya un lugar para jugar al beach”, contó con respecto a la posibilidad de instalarlo en la ciudad de las diagonales.
Hoy partió nuevamente rumbo a Brasil, en donde disputará el Torneo Panamericano organizado por la Federación Internacional de Tenis de Playa (en inglés, la IFBT). Allí participarán equipos de diversos países, entre los cuales se encuentran, por nombrar algunos, Brasil, Uruguay y Estados Unidos.
Su equipo está compuesto por Enzo Lafuente, Jésica Orselli y Ailín Wirth. Ellos disputarán la categoría profesional, pero la competición también incluye otras: hay tres niveles amateur, A, B y C y, además, hay categorías para edades específicas, para mayores de 40 o 50 años, por ejemplo.
El deporte en el plano internacional
El beach tenis nació en 1985 de la mano de la IFBT. Si bien esta organización fue la que lo creó y le dio el impulso inicial, la misma ha perdido mucho terreno ante la ITF que paulatinamente ha acaparado gran parte de la actividad.
Ambas organizaciones realizan competiciones panamericanas y sudamericanas, también cuentan con tablas de ránkings paralelos. Sin embargo, a diferencia de la IFBT, la ITF organiza mundiales que tienen mucho peso dentro del deporte; el último fue en Aruba.
Tomás ya se encuentra en tierras cariocas y comenzará mañana a competir en el Torneo Panamericano junto a otros tres compatriotas que representarán al país en la categoría profesional de beach tenis. Aspiran a continuar escalando posiciones en el ránking y poder traer medallas a la Argentina, con el objetivo de contar sus experiencias y propagar el interés por el deporte en suelo nacional.
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