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viernes 29-03-2024

| BRIGADAS| Ana Oberlin: “las Fuerzas Armadas participaron de los centros clandestinos de detención, tortura y exterminio de la Policía provincial”

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La auxiliar fiscal de la Unidad Fiscal de La Plata dijo que eso está “probadísimo” en este juicio y agregó: “Existen pruebas suficientes para condenar a los represores acusados en el juicio por los crímenes de lesa humanidad ocurridos en las Brigadas de Quilmes, Banfield y Lanús, donde funcionaron los Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio Pozo de Quilmes, Pozo de Banfield y El Infierno”. Oberlin resaltó la labor de las querellas y de las y los testigos. El testimonio de Nilda Eloy. El futuro de los juicios de Lesa a la espera de mayores audiencias y presencialidad. 

Entrevista: Diego Adur /Fernando Tebele
Redacción: Paulo Giacobbe

Edición: Diego Adur

Foto: Leo Vaca

La auxiliar fiscal de la Unidad Fiscal de La Plata, Ana Oberlin, dialogó con La Retaguardia y resaltó la importancia de los testimonios escuchados hasta ahora en el juicio que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos en el Pozo de Banfield, de Quilmes y en El Infierno. Explicó que las y los sobrevivientes no siempre pueden dar detalles sobre el nombre y apellido de los represores, pero existen pruebas suficientes para condenarlos: “No todas las personas han podido tener conocimiento de nombre o sobrenombre. En muchos casos hemos visto y vemos continuamente en otros juicios aunque sea la referencia de sobrenombres. De todas maneras, quienes están imputados en estas causas, particularmente en este juicio que estamos llevando adelante, están identificados con nombre y apellido. Entonces, más allá de que sea nombrado o no por una persona que pasó por ese centro clandestino, al tener esos nombres determinados eso no cambia. Lo que sí hemos podido probar por otros medios, incluyendo otros testimonios y con mucha prueba documental que hay en esta causa, es la participación en el terrorismo de Estado, en esa zona en general y en particular en los centros clandestinos de detención, tortura de exterminio que funcionaron en Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes y el Infierno”. 

En esta causa son 17 los represores imputados que fueron ubicados con nombre y apellido. De los cuales 15 gozan del beneficio de la prisión domiciliaria. 

“En este caso, como en la mayoría de los casos de juicios en nuestro país, gracias al trabajo justamente de reconstrucción que han hecho en especial los organismos de derechos humanos y muchísimos compañeros y compañeras sobrevivientes, se ha podido llegar con nombre y apellido a los responsables”. Incluso existe documentación de las mismas fuerzas represivas, subrayó Oberlin. 

Minicucci

En la audiencia numero 41, la sobreviviente Silvia Gorban relató que a su marido lo secuestraron dos veces: la primera vez no fue llevado a ninguno de los Centros Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio que integran este juicio, pero junto a su familia y en la búsqueda de su compañero, llegaron a entrevistarse con uno de imputados de este juicio: Federico Minicucci, ex jefe del Regimiento de Infantería de La Tablada. 

Oberlin se refirió a ese hecho puntual: “Se entrevistaron con Minicucci, quien dejó muy claro que tenía exacto conocimiento del secuestro de su marido y de lo que estaba ocurriendo en esos lugares. Esto es fundamental, porque en defensa de ellos mismos suelen decir: ‘bueno, pero nosotros no sabíamos si en tal lugar se estaba secuestrando, torturando. Eso lo hacía la policía’. Cuando se trata en especial de personal de las Fuerzas Armadas, en general suelen decir este tipo de cosas y evidentemente lo que demostró el testimonio de Silvia Gorban es justamente que tenían conocimiento acabado. Y esto es fundamental porque Minicucci si bien no está acusado por el caso de las hermanas Gorban, es uno de los acusados de este juicio y como el resto ha esgrimido este tipo de planteos, en ese sentido es fundamental”. 

Las lógicas de las caídas

“Muchas veces es muy difícil entender la lógica de estos circuitos, porque estaba dada solamente por quienes llevaron adelante estos hechos y muchas veces no tiene una lógica. Entonces es muy difícil. Pero sí se han podido trazar algunas. Si vos ves de dónde vienen algunos grupos, podés afirmar algunas cuestiones como que ciertos grupos se especializaron en particular en algunas organizaciones o en personas particulares que vivían o llevaban adelante su militancia en algunas zonas en especial. De todas maneras yo soy muy cuidadosa con este tipo de especulaciones o elucubraciones, no me quiero adelantar nunca a hacer conclusiones, porque muchas veces es también temporal. Entonces, a lo mejor en ese tiempo estaban llevando a ese centro clandestino de detención, tortura y exterminio a personas que pertenecían a Montoneros de Zona Sur, por ejemplo, o que pertenecían al PC de determinado territorio. Pero tiempo después, eso se reconfiguró”, explicó la auxiliar fiscal. 

En esa reconfiguración también influyó el tiempo en que estuvieron activos como Centros Clandestinos: “Pozo de Banfield y Pozo de Quilmes fueron utilizados durante muchísimos años y fueron sostenidamente utilizados en el transcurso de los años, o sea que fueron variando en todos esos años. Justamente están estos elementos que estamos diciendo y, además, también incluso la interacción entre las Fuerzas fue variando durante estos años. Entonces a veces es muy difícil sacar conclusiones de todo lo que ocurrió”, se mostró cautelosa Ana Oberlin y analizó: “Yo creo que hay que estudiarlo y pensarlo focalizado en el tiempo y focalizado en el espacio”. 

La observación de Oberlin incluyó lo que podrá escucharse próximamente: “Hasta acá estamos viendo sobre todo lo que ocurrió hasta el año ‘76. No todo, quedan testimonios pendientes, incluso del ‘74 y ‘75. Ahora vamos a comenzar en breve con el ‘77 y cambia un poco esta ‘lógica’. Y lo digo entre comillas, porque es una lógica que no tiene mucha lógica. Hay que tener presente la forma en que se llevó adelante el terrorismo de Estado en la zona  porque tiene estas características y al ser centros clandestinos de detención, tortura y exterminio en donde no intervino solamente una fuerza, eso es importante y es diferente porque estamos hablando y lo vemos día a día. Hay conjunción de varias fuerzas, que en distintos momentos también tienen diferentes vínculos y eso creo que también va quedando claro”.

Lo que sí creo que ha sido contundente todo este tiempo es la participación, sin dudas, de integrantes de Fuerzas Armadas en estos centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que pertenecían a la Policía provincial. Así que eso es lo que está probadísimo en este juicio, como en otros lugares del país”. Los acusados del juicio Brigadas integraron fuerzas policiales y también del Ejército Argentino. 

Nilda Eloy

En las primeras audiencias de este juicio se reprodujo el testimonio que la sobreviviente Nilda Eloy dio en otro juicio. Nilda falleció en 2017 y fue militante de derechos humanos e integró la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos. Durante las audiencias posteriores fue nombrada en varias oportunidades por otros y otras sobrevivientes de los centros clandestinos.

Oberlin repasó la vida militante de Nilda y rescató su labor: “Creo que Nilda se caracterizó no solamente por el testimonio vinculado a lo que ella vivió, en especial en El infierno, sino en lo que fueron otras grandes causas respecto del accionar represivo en general. Y creo que eso también la convirtió en una persona muy conocida, muy reconocida. Esto que vienen diciendo generalmente sus compañeras y compañeros de cautiverio, de la calidez, de cómo se encargaba en muchos casos de explicarle lo que iba a venir. A mí me parece muy conmovedor. Me quedo con algo que dijo en un testimonio hace poco otra ex secuestrada y dijo ‘Bueno, ella era un poquito más grande que nosotras, no era grande. Nilda no era una mujer grande, pero tenía 19 años. Era muy joven, pero era un poquito más grande que nosotras. En realidad nos transmitía una seguridad, un cariño, un afecto muy maternal’. Esa es la palabra incluso que usó quien dio este testimonio ‘y nos hacía sentir en ese lugar de otra manera y contenidas’. Yo creo que, como Nilda, hay otras personas que en ese contexto terrible de violencias que ellas mismas estaban sufriendo, cumplieron ese rol de acompañar a sus compañeros y compañeras de cautiverio. Y eso hace que justamente sean recordadas con mucho afecto, con mucho amor. Hoy lo vimos, pero lo hemos visto en otras oportunidades. Y también esta cuestión y este rol tan importante de ella, sobre todo en lo que tiene que ver con la reconstrucción de estos hechos, con su acompañamiento de quienes iban a prestar testimonio durante los juicios por la verdad. Lo escuchamos también muchas veces. ‘Después me encontré con Nilda, me abrazó, su abrazo me hizo sentir lo mismo que sentí en esos momentos’ han dicho de ese acompañamiento, esa fuerza que les daba sus compañeros y a sus compañeras. Y bueno, también es doloroso, es muy doloroso que Nilda no pueda estar acá hoy prestando testimonio en una causa tan importante, por la que hizo tanto durante todos estos años para llegar a este momento. Y lamentablemente no podemos contar con su testimonio en vivo en este momento, pero sí, y por eso también fue tan trascendente comenzar este juicio con la exhibición, entre otros, de su testimonio. Y sin duda respecto de El Infierno, el testimonio de Nilda es un testimonio que hilvana además buena parte de lo que ocurrió en ese lugar y por eso seguro esa gratitud que escuchamos en todos los testigos y testigas, refleja justamente este trabajo que hizo durante tantos años por mantener la memoria y en la lucha de la justicia. Creo que eso es fundamental para este juicio, no solamente estos juicios, sino para todo lo que fue el accionar represivo. Porque me parece que Nilda dio testimonio mucho más allá de lo que le ocurrió a ella, dio testimonio sin duda de lo que fue el accionar del terrorismo de Estado en nuestro país”, reflexionó.

Agenda y presencialidad

“Las dos cosas son una preocupación continua de las partes acusadoras” asegura Oberlin sobre la cantidad de audiencias semanales y la posibilidad de ir volviendo a lo que conocíamos como normalidad. Resaltando el trabajo de las querellas, la fiscal hizo planteos en ambos sentidos. “En ver si es posible tener más días de audiencia, que es lo que corresponde, lo que en principio se había planteado. Pero por la composición a veces es muy difícil esto de agregar y después la gran preocupación de la posibilidad de la vuelta a la presencialidad”

Ana Oberlin señala que el juicio Garachico que comenzó recientemente y que La Retaguardia y Pulso Noticias transmiten en conjunto los días lunes se hace de manera semipresencial. “El mismo tribunal con otra composición está llevando adelante un juicio de manera semipresencial y en ese sentido, desde el principio, tanto las querellas como la Fiscalía, pero también los equipos de acompañamiento que tienen un rol fundamental en este juicio estamos pidiendo tener audiencias presenciales” dentro de los cuidados que la pandemia impone. “Sin duda es necesario empezar a volver a la presencialidad porque esto está ocurriendo en otros juicios”.

Oberlin contó que las y los testigos transmiten esa necesidad. “Quiénes van a prestar testimonio en muchos casos quieren y piden la presencialidad. Además existe otra cuestión jurídica: “Los juicios son de otra manera y esto es una excepción. Entonces eso también no hay que perderlo. No tenemos que perder ese horizonte. Debe ser una excepción porque es muy difícil llevar los juicios adelante así”. Oberlin comentó que esta situación agrega una cuota de angustia adicional para las y los testigos que no están familiarizados con la tecnología y por eso propone alternativas a las salas virtuales.

“Lo están demostrando los juicios que están en curso actualmente de manera presencial que no lo son totalmente. Algunos jueces están, a lo mejor, virtuales. No es lo óptimo. Yo creo que debemos volver al modelo que corresponde, que es el modelo judicial con la escena judicial como corresponde, porque esto tampoco es menor, porque no es lo mismo prestar testimonio en un lugar donde están claramente determinados los lugares que ocupan cada persona que tiene un rol en el proceso, los jueces, las defensas, la fiscalía, las partes acusadoras a ver en un Zoom un montón de caritas que en muchos casos ni siquiera se ponen el rol que cumplen, a pesar del pedido reiterado que hemos hecho las querellas, la Fiscalía y los equipos de acompañamiento.  Porque las personas que se conectan no tienen porqué saber los nombres y en muchos casos no saben a quiénes les están hablando y quién les está preguntando”, razonó la auxiliar fiscal.

En una de las audiencias del juicio Garachico, declaró Gustavo Calotti, sobreviviente de la Noche de los Lápices, quien debe también declarar en este juicio. Calotti explicó en una entrevista a La Retaguardia que está esperando que vuelva la presencialidad para poder brindar su testimonio de esa forma.

La escena judicial y su sentido fue subrayada sobre el cierre por la fiscal. “Esa escena tiene un sentido y es parte también de un sentido que tiene que ser reparador, porque la Justicia tiene que escuchar en ese espacio que se genera especialmente en nuestro sistema penal, cuando se acusa a una persona, cuando se lleva adelante un proceso judicial. Lo más importante son las personas que sufrieron estos delitos, a quienes se debe de escuchar. Se debe evitar la revictimización. Esto es imposible a veces de evitarlo.

Recordar estos hechos tan terribles hace que las personas se conmuevan, que las personas tengan estos momentos de recuerdos muy fuertes, hasta corporales. Lo vemos siempre, lo vemos todos los días. Eso no se puede evitar. Pero hay otras cosas que debemos evitar y entre ellas tienen que ver con que la escena judicial tiene que de alguna manera servir para este mensaje, que tiene que dar obligatoriamente la justicia, reparatorio, para quienes sufrieron estos hechos y escucharlas de la forma que corresponde”. 

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