Tras un desempate contra dos duros rivales, Ponsa se alzó con el título. El próximo gran acontecimiento son las Olimpiadas de la India
Desde hace pocas semanas, Argentina tiene un nuevo campeón de ajedrez. Se trata de Federico Pérez Ponsa, que ha ganado el 96° Campeonato Argentino Superior de Ajedrez. Este joven de 28 años, oriundo de Buenos Aires y Gran Maestro de la disciplina desde los 17, fue galardonado con el Premio Konex en 2020, siendo reconocido como uno de los 5 mejores ajedrecistas argentinos de la última década.
El torneo que lo ha coronado como campeón se celebró en los salones del Club Argentino de Ajedrez y requirió de un desempate mediante partidas rápidas frente a Leonardo Tristán y Ariel Sorín.
El flamante nuevo rey del ajedrez argentino se mostró muy satisfecho y tuvo buenas palabras para los que fueron sus rivales. Incluso, en una entrevista reciente, afirmó que tuvo “la suerte de su lado”, al tratarse un torneo abierto, en lugar de tener que jugar todos contra todos, lo que sería el sistema americano o cerrado.
Por encima del premio en metálico, 80 mil pesos para el primero, se encuentra el reconocimiento. Un paso de gigante para este joven que todavía tiene una gran carrera por delante, aunque siempre ha querido ir paso a paso y optó por finalizar sus estudios antes de dedicarse con más exclusividad a su pasión como ajedrecista.
A punto estuvo Leonardo Tristán de vencer a Ponsa, pero Federico se acabó imponiendo a su amigo, del que dijo “jugó un torneazo y además hace tiempo que viene jugando muy bien”. Ahora, Ponsa afronta su siguiente gran reto, la Olimpiada que se celebrará en pocas semanas en la India, compuesta por un potente equipo integrado, inicialmente, por Sandro Mareco, Alan Pichot, Fernando Peralta, Leo Tristán y él mismo.
Sin embargo, en los últimos días, Mareco ha renunciado a participar, al igual que Pichot, por diferencias con los dirigentes de la Federación Argentina de Ajedrez. Un escenario que complica la participación nacional en esta Olimpiada y deja una situación delicada para Ponsa, Tristán y Peralta. Es una lástima que estos conflictos empañen una actividad que, justamente, conviene promocionar a todos los niveles.
Este deporte mental tiene innumerables ventajas como ejercicio para la materia gris, y muchos lo consideran un gran aliado para sus trabajos habituales. Es común que muchas personalidades de renombre sean grandes aficionados a su práctica; un buen ejemplo de ello es el director, guionista y actor Woody Allen, que escribió con su finura e ironía habitual sobre esta disciplina en el libro “Cómo acabar de una vez por todas con la cultura”; también la escritora, cronista y jugadora de poker semiprofesional Jennifer Shahade lo practica, aunque en este caso hablamos de una verdadera campeona (bicampeona, para ser más exactos), que ha publicado literatura sobre la materia e incluso ha formado una organización sin ánimo de lucro, conocida como “9 Queens”, relacionada con esta práctica. También boxeadores de la talla de Vladimir Klischko y Lennox Lewis son apasionados del ajedrez que, por su faceta estratégica, muchos relacionan con la actividad pugilística.
De hecho, la práctica del ajedrez es recomendable para todo el mundo y a todas las edades. Es una actividad que se ha incluido, históricamente, en toda clase de eventos al incorporar torneos y partidas libres. La noticia de la victoria de Ponsa ha sido una buena manera de poner al ajedrez, de nuevo, en los titulares, especialmente por el carácter del nuevo campeón, respetuoso y modesto.
Sin embargo, las últimas polémicas de la Federación con jugadores de la talla de Mareco y Pichot ensombrecen este hecho. Sobre todo, por la cercanía del importante evento en la India y la nueva situación para sus compañeros. Ambos ya se habían quejado con anterioridad de la falta de apoyo de la entidad en temas como los desplazamientos o los entrenadores, así como un número insuficiente de torneos organizados. De hecho, ambos declararon ver “desidia” por parte de la Federación y de haber tenido que auto financiarse. Esperemos que toda esta situación se arregle a corto plazo y que afecte lo mínimo posible al desempeño del equipo argentino en la India.
